El pasado martes, Pep Guardiola volvía a verse las caras con un viejo conocido en el partido frente al AS Mónaco. Y no era ningún jugador o técnico rival, sino más bien el árbitro del partido. Un Mateu Lahoz al que ya conocía de su tiempo en el Barça (era el favorito de José Mourinho, como confesó el luso) y en el Ciudad de Manchester la "lio".

Lo hizo porque erró al no señalar un penalti sobre el Kun Agüero del cancerbero monegasco. De hecho le mostró cartulina amarilla al atacante argentino por supuestamente haber simulado la falta. Eso hizo que Pep alucinase ante la decisión del colegiado. A pesar de ello, no quiso entrar en polémica tras la victoria de los suyos por cinco tantos a tres

"¿Árbitros? Siguiente pregunta. Quiero ir a Mónaco", sostuvo el técnico en una escueta respuesta. Sabedor el catalán de lo dura que es la UEFA cuando se habla de árbitros, prefirió morderse la lengua y callar. 

Mateu Lahoz ya se la hizo al Sevilla ante el Madrid

Pep ya conocía al colegiado valenciano de su tiempo en el Barça. Esos arbitrajes parciales que pudimos comprobar esta misma temporada durante el Real Madrid-Sevilla de Copa del Rey. Ahí se inventó los dos últimos goles del conjunto merengue, obra de Raphael Varane y James Rodríguez, para poner a los de Zidane con un pie y medio en cuartos de final.