Malas noticias para el FC Barcelona, al menos en los primeros minutos contra la Roma en el Olímpico. El conjunto 'giallorossi' salió con el cuchillo entre los dientes, dejando claro desde el principio que soñaba con la remontada milagrosa para pasar a las semifinales de la UEFA Champions League o, al menos, ganar el partido al Barcelona.

Y lo cierto es que, tras una salida demasiado relajada del Barça, la Roma lo aprovechó para poner a Edin Dzeko un balón medido al espacio, que el delantero bosnio aprovechó para perforar la portería de Ter Stegen. A Samuel Umtiti y al resto de la defensa culé les faltó tensión y velocidad a la hora de evitar la ocasión de gol de Dzeko, que les ganó la partida en rapidez de movimientos.

Se plantó delante de la portería de Ter Stegen y, en el mano a mano, definió a la perfección para completar el cuarto partido consecutivo de Marc-André Ter Stegen recibiendo un gol en contra, algo nada usual durante el resto de la temporada 2017-18, y que el FC Barcelona deberá resolver de cara a los próximos compromisos para no sufrir ante sus rivales.

La cuestión es que el Barcelona no empezó bien en el Olímpico, y mostró una versión similar a los partidos que jugó la pasada campaña a domicilio en Champions League, contra equipos como Juventus y Paris Saint-Germain. Con el paso de los minutos, eso sí, se fue adaptando a la situación y, aunque igualmente le costó llegar a la portería contraria, al menos frenó las acometidas del contrincante.

Al Barça le costó dar salida al balón

La Roma, en cualquier caso, presionó muy bien arriba y consiguió robar algunos balones peligrosos. Además, trastabilló la salida de balón de los culés hasta el punto de ralentizarla enormemente, sin que Luis Suárez y Leo Messi pudiesen entrar demasiado en juego durante la primera media hora.

Se notó, quizás, el desgaste físico que empiezan a sufrir muchos de los jugadores imprescindibles del FC Barcelona, debido a la acumulación de minutos en los últimos meses. El caso es que el Barça no estuvo a la altura en los primeros minutos, una lección de la que aprender de cara a los próximos desafíos que tendrá por delante en todas las competiciones, justo en el mes más decisivo del curso.