Como Eneas en la Eneida de Virgilio, el FC Barcelona de Luis Enrique deberá visitar el infierno (y sobrevivir) para poder, después, alcanzar el cielo. Eso se encontrarán los hombres azulgranas en su próximo encuentro de Champions League que tendrá lugar en el Vicente Calderón. ¿Debido a quién? A Diego Pablo Simeone. El entrenador atlético ha ideado una batalla sin tregua que pondrá al límite a los futbolistas del cuadro catalán.

El estadio colchonero será territorio hostil para los blaugranas, que precisamente no visitarán el estadio rojiblanco hasta el mismo día de partido. "Lucho" no quiere ninguna distracción ni que ningún "ruido" disturbe a sus hombres, por lo que se entrenará el martes en la Ciudad Condal sin pisar el terreno de juego rojiblanco.

Es una de las medidas para contestar al plan agresivo que empleará el Atleti, conocedor de que el árbitro que vaya a impartir justicia estará condicionado por la terrible campaña mediática iniciada desde la capital de España tras el encuentro de ida de cuartos de final de la competición. Sobre el verde saltarán chispas, habrá contacto, faltas y muchas patadas.

Los locales irán al límite, sabedores de que un solo tanto les clasifica para las semifinales y buscarán hurgar en la reciente herida azulgrana. Los madrileños son optimistas y creen realmente en la clasificación. En cuanto al dibujo táctico, el "Cholo" podría reforzar su centro del campo utilizando a un único delantero (Antoine Griezmann), buscando salir en rápidos contragolpes. Así pues, y con las castas sobre la mesa, los de Luis Enrique deben jugar sus bazas y salir vivos del inframundo. Ya habrá tiempo para celebrarlo en el cielo.