Si pensaban que el primer tiempo había servido al FC Barcelona de lección para empezar con más intensidad el segundo acto, se equivocaban. Georginio Wijnaldum, que acababa de entrar en la segunda mitad para revitalizar a los 'reds', consiguió marcar dos goles en dos minutos para igualar la eliminatoria con un 3-0 impensable antes de que comenzara el partido.

La segunda diana del partido llegó en el minuto 54, y de nuevo tras un error de Jordi Alba. El de L'Hospitalet perdió el balón ante Alexander-Arnold, y éste centró desde el interior del área para que Wijnaldum, llegando desde la segunda línea, disparase y pillase a contrapié a Ter Stegen. El cancerbero alemán llegó a tocar el balón, pero no pudo evitar que se colara en la portería.

El tercer gol -el segundo de Wijnaldum- sacó a relucir una vez más las vergüenzas del Barcelona en defensa. Shaqiri sacó un centro desde la izquierda y Wijnaldum, llegando absolutamente solo desde atrás, remató al fondo de las mallas para poner el 3-0 en el marcador. 'The Kop' estalló de euforia y los 'reds' celebraron el tercer gol con locura sobre el terreno de juego.

El Liverpool acababa de conseguir la gesta de igualar la eliminatoria, y además sin la presencia de tres de sus mejores jugadores, Salah, Firmino y Naby Keita. Los jugadores de Jürgen Klopp habían dado toda una lección de intensidad, ilusión y fe, que había servido para destruir moralmente al FC Barcelona. Sin embargo, la eliminatoria estaba igualada y todo estaba por decidir.

Ernesto Valverde reaccionó y movió el banquillo, sacando primero a Semedo por Coutinho -que no hizo absolutamente nada- y colocando un 4-4-2 sobre el césped, para así calibrar mejor al equipo en defensa. Poco después, optó por dar entrada a Arthur por Arturo Vidal, no porque el chileno hubiese jugado mal -fue de los mejores- sino para cambiar el ritmo del partido, en busca del balón, el control y la posesión.

El Barça apostó por el balón... Pero el Liverpool volvió a marcar

Clara apuesta del FC Barcelona por la pelota, por la voluntad de reencontrarse con el 'ADN' que le ha hecho ganar tantos títulos en las últimas temporadas. Pero no era el día... Porque, en el minuto 78 de partido, el FC Barcelona volvió a dormirse y un pase de Alexander-Arnold de córner, en dirección a Origi, sirvió para poner el 4-0 en el marcador. Gol de chiste que retrató todavía más si cabe a los culés.