El Real Madrid ya espera rival en la final de la UEFA Champions League 2017-18, y ese podría ser el Liverpool. Para ello, los 'reds' deberán certificar la ventaja del 5-2 cosechado contra la Roma en la ida de semifinales, disputada en Anfield, durante el encuentro que tendrá lugar este miércoles en el Olímpico de la capital italiana, donde los 'giallorossi' ya remontaron un 4-1 adverso contra el FC Barcelona.

Ahora, después de que se haya sabido ya que el Real Madrid jugará la tercera final de Champions League consecutiva, cabe tener en cuenta que su probable rival en la final, el Liverpool, fue el último equipo capaz de derrotar a los merengues en una final de la Copa de Europa.

Sucedió el 27 de mayo de 1981, en el Parque de los Príncipes de París, que fue el escenario de un competitivo Liverpool-Real Madrid. Los 'reds' se habían clasificado para la final después de eliminar a Oulu, Aberdeen, CSKA Sofía y Bayern de Múnich, mientras que el Real Madrid tuvo que dejar por el camino a Limerick, Budapest Honved, Spartak de Moscú e Inter de Milán.

En aquella final de Liga de Campeones de 1981, según desvelan los archivos de 'MD', "los errores merengues permitieron la victoria británica" en una final que "respondió al planteamiento táctico que se esperaba", por lo que "el Madrid abdicó del ataque". Alan Kennedy, con un tanto transformado en el minuto 82, fue quien permitió que el Liverpool acabase alzándose con la 'orejona'.

Esa es la última final de Copa de Europa que ha perdido el Real Madrid, que desde entonces ha sido capaz de ganar todas las que ha jugado, las últimas dos de manera consecutiva en las últimas campañas, ante el Atlético de Madrid y la Juventus de Turín.

El Liverpool de Klopp, capaz de ganar la Champions

En esta ocasión puede que sea el Liverpool el que les espere en la final de la competición, y lo cierto es que los de Klopp no lo pondrían nada fácil. Son el mejor ataque de la Champions League, y con Mohamed Salah como gran estrella, tienen posibilidades de ganar una hipotética final. Y, sobre todo, viendo la fragilidad defensiva mostrada por el Real Madrid en los últimos choques europeos.