De buen seguro que el Atlético de Madrid tiene muchos futbolistas de gran calidad que prometen ponerles las cosas difíciles a los azulgranas. Sin embargo, en el ataque rojiblanco florece un joven delantero que esta temporada ha explotado definitivamente en el club del Manzanares. Se trata de un Antoine Griezmann que después de haber sido objetivo del Barça hace un par de temporadas ahora golea con el Atleti y ya ha sumado 26 goles en 42 partidos.

Unos números realmente buenos para un delantero en un equipo como el Atlético, donde los atacantes apenas tienen ocasiones y las que hay, se las tienen que fabricar ellos mismos. Siempre optimista, el galo afirmaba en la pretemporada de su equipo en Los Ángeles de San Rafael que esperaba superar los guarismos de su anterior temporada (25 tantos en la 2014-2015). "Yo creo que puedo (superar aquellos 25 goles de 2014-15). Intentaré hacerlo. Cada temporada quiero mejorar en goles, minutos o asistencias. Y ojalá lo pueda hacer", afirmaba entonces el francés.

Y eso que el internacional con Francia tuvo un comienzo duro en el equipo de Simeone la anterior estación, su primera con el Atleti. Fue cuestionado y no encontraba el gol en sus primeros meses con la casaca atlética. Sin embargo, una vez se cumplió su adaptación su crecimiento ha sido espectacular y ha superado todos los techos que le han ido poniendo tanto en el club, la afición y los medios de comunicación.

Ahora, y ante una competición tan atractiva como es la Champions League, Griezmann quiere brillar y dirigir a su equipo hacia las semifinales. En frente tendrá a un FC Barcelona herido en su orgullo y con ganas de venganza. Sería imposible acertar un resultado en un escenario donde puede ocurrir de todo. Lo que es seguro es que los protagonistas están preparados para brindar un buen espectáculo. Y Griezmann, como buen solista talentoso, espera que los focos le alumbren para brillar.