El Liverpool salió a morder desde el primer minuto ante el FC Barcelona en Anfield. Los 'reds' tenían que remontar el 3-0 de la ida de semifinales de Champions League y salió sin contemplaciones. Anfield llevó a todos sus jugadores en volandas durante el inicio del choque y eso llevó a varios futbolistas a estar con un punto de excitación mayor al normal.

Andrew Robertson fue uno de esos hombres que empezó con varias marchas de más. El lateral izquierdo escocés fue clave en una de las primeras jugadas del encuentro al quitarle un balón a Messi muy peligroso. El Liverpool perdió la pelota en el centro del campo y el argentino salió en conducción directo al área 'red'. Robertson y varios futbolistas de los locales acabaron quitándole la pelota desde atrás.

El carrilero zurdo no acabó ahí la jugada y mientras Messi protestaba en el suelo decidió cogerle la cabeza y darle un golpe totalmente innecesario. El internacional por Escocia lo hizo claramente para intentar sacar a Leo del encuentro, después de la exhibición que dio el '10' en la ida del Camp Nou.

El árbitro no vio la jugada en directo y sus linieres tampoco apreciaron nada. Çakir no se dio cuenta del pique hasta que no vio a los dos enfrentados pecho con pecho mientras el Liverpool iba a sacar un saque de esquina. El turco fue a poner paz y el pique terminó no yendo a mayores. El colegiado decidió no mostrar ninguna amonestación.

El VAR podría haberle dicho algo si hubiesen apreciado que era expulsión, pero no creyó que fuese para tanto. Hay que recordar que el VAR solo puede rearbitrar una jugada si es de roja, nunca si es de amarilla. Tras ver la especie de colleja que Robertson le da a Messi, queda claro que sería demasiado castigo expulsarle. Pero a pesar de eso, el escocés se la jugó haciendo eso.

El Liverpool se adelantó poco después

Los 'reds' no tardaron demasiado en poner el 1-0 en el marcador. Los de Klopp salieron lanzados y Origi adelantó a los suyos en el minuto 7 al aprovechar un rechace de Ter Stegen. Henderson se internó en el área al robar un balón tras un mal pase de Alba y su tiro lo despejó el guardameta alemán. El belga acabó anotando sin portero para darle alas al Liverpool.