Después de varias semanas de espera, se reanudará la Champions League, competición en la que el FC Barcelona espera poder quitarse la espina clavada desde la pasada temporada, con la dura eliminación ante la Roma en la ronda de cuartos de final. Con los italianos eliminados, el nuevo obstáculo en los cuartos de esta temporada será el Manchester United.

Hay que recordar que los 'red devils' llegarán al partido con una ventaja importante: no han tenido partido este fin de semana y han tenido una semana entera para descansar y poder preparar el choque ante los culés. El equipo de Ernesto Valverde, por contra, jugó el pasado martes y también el sábado, en un partido decisivo contra el Atlético de Madrid.

Ante los colchoneros, los azulgranas sacaron los tres puntos y dejaron LaLiga prácticamente sentenciada, pero también sufrieron desgaste debido a la intensidad, tensión e importancia del partido. Por tanto, los culés llegarán con mucho menos descanso acumulado que los británicos, que llevan una semana centrados en el duelo.

Por ello, el FC Barcelona ha ideado un plan en las sesiones de entrenamiento para minimizar los efectos del desgaste. Este domingo, los jugadores culés no se han ejercitado y han podido descansar del encuentro del sábado por la noche. No será así el lunes, día en el que los culés entrenarán en la Ciutat Esportiva y Ernesto Valverde decidirá la convocatoria.

Será entonces cuando el conjunto azulgrana viaje a Inglaterra, para volverse a ejercitar el martes. Esta vez, sin embargo, será en Old Trafford, escenario del partido. Los culés tendrán la última sesión preparatoria antes del partido, que se disputará en el mismo 'teatro de los sueños' el miércoles a las 21 horas.

El Barça, contra el cansancio

El domingo de descanso y las dos sesiones de entrenamiento que quedan antes del crucial enfrentamiento serán claves para que el equipo recupere fuerzas y aclare conceptos tácticos ante un Manchester United al que solamente le queda la Champions League. Es cierto que los ingleses llegan más descansados, pero los culés llegan con la adrenalina en el cuerpo derivada del partido ante el Atlético y con el chip de máxima competición todavía conectado.