Pep Guardiola dio una clase maestra más en su carrera este miércoles en el Santiago Bernabéu. El catalán ha dado varias en el estadio merengue a lo largo de su carrera, pero en esta ocasión fue diferente y especial. Y lo fue porque el catalán parece haber aprendido a 'traicionarse' en determinadas fases del choque en busca de un fin mayor. Ante el Real Madrid de Zinedine Zidane lo hizo en los primeros 45 minutos y el resultado terminó siendo espléndido.

El de Santpedor le mostró el camino a Quique Setién, que estaba en el campo viendo el encuentro, y que debe tomar notas de cómo jugar, ganar y dominar a los madrileños en su estadio. Guardiola fue menos Guardiola que nunca en la primera parte y salió al Bernabéu pensando más en incomodar al rival que en jugar. El técnico 'cityzen' sabía que los merengues iban a salir a presionar arriba y contraatacó haciendo exactamente lo mismo, pero a su manera. Protegió su defensa, supo tapar bien los espacios atrás e hizo lo necesario para no sufrir ante el acoso madridista.

El ex azulgrana decidió salir con Gabriel Jesus en lugar de con el Kun Agüero y colocó al brasileño en banda izquierda desde el inicio (derecha del Madrid). Dani Carvajal parecía el eslabón más débil de la defensa blanca y Pep quiso atacar por ahí. El ex del Palmeiras fue un extremo más y subió y bajó la banda mientras mordía arriba. Bernardo Silva y Kevin de Bruyne ejercieron de delanteros y taparon la salida de balón de los de Zidane.

Guardiola decidió ponerle siempre a Ramos a un hombre cuando intentaba salir jugando y le dio más libertad a un Varane que no suele ser tan efectivo como el de Camas cuando la saca jugada. El Madrid tuvo más la pelota que el City en los primeros 45 minutos, pero solo tuvo una ocasión doble de gol, el cabezazo de Benzema y el rebote que falló Vinicius. Más allá de esa acción, los merengues fueron inofensivos por la maestría táctica del técnico rival.

El City tuvo un par de oportunidades de gol para anotar en la primera parte, pero Courtois salvó a su equipo y se llegó al descanso con empate a nada. Pero Guardiola lo tenía todo bajo control y tras el paso por los vestuarios su equipo se transformó para aprovechar el cansancio de los merengues. El Madrid ya no salió tan arriba a presionar y Pep aprovechó esto para cambiar la disposición táctica y hacerse amo y señor del choque y de la pelota.

Guardiola volvió a ser Guardiola tras el descanso

Gabriel Jesus dejó la banda y se colocó en punta, mientras que De Bruyne se puso en la mediapunta para amargarle la noche a los madridistas. Aunque Isco marcó por un error en defensa del City, los ingleses tuvieron ocasiones para anotar y al final lograron darle la vuelta al marcador. La segunda mitad fue totalmente de los de Manchester, que volvieron a ser reconocibles y mandaron como suelen hacer en todos los partidos.

Setién siempre quiere el balón y ha dicho miles de veces que no sabe ni quiere jugar de otra manera, pero debería tomar ejemplo con este City de Guardiola. El catalán supo contrarrestar las virtudes del Madrid, cansó a los blancos durante 45 minutos y cuando tuvo que hacerlo cambió la idea, dominó y venció. En el Clásico, el Madrid saldrá a presionar justo como hizo contra el City, algo que el entrenador culé deberá tener en cuenta en su plan de encuentro.

Los barcelonistas deben cuidarse atrás, igual que hicieron los 'cityzens', aún a riesgo de perder la pelota en determinadas fases del partido. Si el Barcelona no se protege atrás y cuida la salida de balón, podría pasarlo mal con la presión tan adelantada que harán los madrileños. Pep enseñó este miércoles que quizás, conviene protegerse antes de atacar y buscar la victoria. Además, el del City no tiene a Leo Messi, que es capaz de ganar el partido solo aunque la pelota sea del Madrid.