Después de unos meses complicados y llenos de dudas, el FC Barcelona está descubriendo al mejor Ousmane Dembélé, aquel joven prometedor al que quiso sacar de Francia y por el que pagó más de 100 millones de euros al Borussia Dortmund, que poco a poco se van justificando a medida que el galo crece sobre el terreno de juego. Aún tiene mucho camino por recorrer, y en su próxima parada está la Champions.
Entre lesiones y problemas de adaptación, su participación en Europa se vio muy reducida, y apenas disputó tres partidos de la edición 2017-18. Apareció en la fase de grupos contra la Juventus en el Camp Nou (71 minutos) antes de caer en Getafe, repitió una vez recuperado contra el Chelsea en octavos (67 minutos y un gol) y su presencia fue testimonial en Roma, donde Ernesto Valverde le sacó a la desesperada en los últimos cinco minutos.
Ahora, sea con goles, asistencias o buen rendimiento, el de Vernon quiere seguir recuperando sensaciones, tras ser uno de los futbolistas más destacados en este arranque de campaña. Ya ha sido decisivo contra Sevilla, Valladolid y Real Sociedad, y además también dejó su sello anotando contra el Huesca. Ha sido titular en todos los compromisos recientes de los culés, y en su punto de mira ya está el PSV Eindhoven.
El objetivo de Dembélé no es otro que ayudar al Barça, y basta con verle sobre el césped para comprobar que ya no es el mismo. Su confianza se ha elevado con tiempo y paciencia, y además se siente más cómodo e integrado en el vestuario. Su sonrisa le delata, porque el año pasado apenas se la vio aparecer por el Camp Nou.
Luis Suárez comparte objetivo Champions con Dembélé
Ousmane Dembélé no es el único que quiere reivindicarse con la llegada de la Champions, porque quien comparte su mismo objetivo es Luis Suárez. El uruguayo se enfrenta a un nuevo desafío después de dos temporadas de bajón, y conociéndole, no parará hasta entregar todo lo que tiene para llevar al Barça hasta la gloria, que él mismo probó en cuanto pisó la Ciudad Condal.
Leo Messi ha alzado la voz para pedir un esfuerzo por la 'orejona', y motivación no va a faltar en la plantilla. Las metas colectivas y las individuales se han alineado este curso, en el que hay muchas cuentas pendientes y muchos cracks que tienen hambre de victoria. Es el primer paso para ganar de nuevo.