El FC Barcelona consiguió una valioísima victoria contra el Liverpool (3-0) que sitúa al equipo de Ernesto Valverde a un paso de la final de la Champions League que se disputará el primero de junio en el Wanda Metropolitano. Pese al resultado, toda precaución es poca para la vuelta, que se disputará en un escenario tan complicado como Anfield.

Leo Messi, con dos goles en el segundo tiempo complementados con una soberbia actuación, fue el gran protagonista del partido de ida, disputado en el Camp Nou. No obstante, antes de que llegase el recital del crack argentino, Luis Suárez ya había adelantado al FC Barcelona con un remate a pase de Jordi Alba en el primer tiempo.

El partido del uruguayo, que participó también en el primer gol de Messi con un remate al poste, también fue extraordinario. Incordiando a la defensa del equipo de Jurgen Klopp siempre que pudo, obligó a toda la zaga 'red' a estar muy pendiente de sus movimientos. Además, el ariete de salto protagonizó algún que otro rifirrafe.

El más intenso fue con Andrew Robertson, lateral del equipo inglés. Durante el primer tiempo, ambos se encararon sobre el césped azulgrana hasta el punto de que Virgil van Dijk, central del Liverpool, tuvo que separar a ambos, que tenían muy aceleradas las pulsaciones por algunos lances del juego.

Según algunos sectores de la prensa inglesa, esta tensión llegó hasta el túnel de vestuarios y, justo después de que el árbitro pitase el descanso, mantuvieron una acalorada discusión en los vestuarios. Incluso algunos compañeros del británico habrían acudido para separar a ambos futbolistas, que siguieron encarándose, aunque nada pasó a mayores.

Luis Suárez, trabajo vital

Puede estar mejor o peor físicamente, más acertado o menos acertado de cara a puerta, pero Luis Suárez es uno de esos futbolistas que todo entrenador desearía tener. Más allá de sus goles, su garra y su pelea dejan la sensación de que se vacía en cada partido. Pasan los años pero el '9' azulgrana sigue siendo una pieza indispensable.