En el año de su flamante retorno a la Champions, el Liverpool tiene mucho que celebrar, y es que a pesar de no partir entre los favoritos está cuajando un gran torneo y tiene un pie en semifinales. Los hombres de Jürgen Klopp han encontrado el camino con los últimos retoques, y se han ganado a pulso ser considerados aspirantes.

Entre otras cosas, porque este miércoles vapulearon a uno de los grandes aspirantes, un Manchester City al que pasaron por encima en Anfield. Mohamed Salah, Alex Oxlade-Chamberlain y Sadio Mané sentenciaron en media hora un 3-0 que puede ser definitivo para el desenlace de la eliminatoria.

Salah no pudo acabar el encuentro de Champions

La mala noticia, sin embargo, fue que el director de orquesta de los ingleses no pudo acabar el encuentro. Tras una breve conversación con los servicios médicos, el atacante egipcio se retiró del terreno de juego en el minuto 52, aquejado de unas molestias físicas que han dejado preocupados a sus aficionados.

En su intento de sacar algunas buenas conclusiones, los ingleses valoraron que el africano se marchara por su propio pie y sin evidentes signos de preocupación, algo que confirmó su entrenador en la posterior rueda de prensa. "Me dijo que todo bien, todo bien. Tendremos que esperar", explicó el preparador alemán, que no quiso 'mojarse' sobre su presencia en el partido de vuelta.

Unas semifinales casi certificadas

A pesar de que al Liverpool le tocará sufrir en el Etihad Stadium con un Manchester City que buscará la remontada, está claro que su goleada es un gran paso adelante hacia el cruce de semifinales. Salvo sorpresa mayúscula, en una semana serán Real Madrid, Bayern de Múnich y FC Barcelona los que los acompañen en un sorteo en busca de la final.

Eso sí, nadie podrá despistarse si quiere dar otro paso a la final, porque ni los de Pep Guardiola se han rendido ni lo han hecho los demás aspirantes, con la Juventus, el Sevilla y la Roma dispuestos a dar un gran susto en los enfrentamientos de vuelta que disputarán los días 10 y 11 de abril.