José Mourinho recuperó la versión de 'The Special One' este miércoles para pedir protagonismo al término del Juventus-Manchester United (1-2) de la Champions League, partido que los 'red devils' acabaron remontando en el último suspiro tras anotar Juan Mata en el minuto 86 y, en el tiempo de descuento, introducirse Alex Sandro el balón en su propia portería.

La Juventus tomó la iniciativa del juego transcurrida una primera media hora sin apenas oportunidades para ambos equipos. La 'Vecchia Signora' empezó a dominar y, en la segunda mitad, Cristiano Ronaldo anotó un golazo de volea contra su ex equipo, que primero celebró aunque justo después pareció arrepentirse, al ser consciente de que había marcado al equipo que le catapultó a la fama.

Dybala también rozó el gol con un disparo que se estrelló en el travesaño, pero en los minutos finales los italianos bajaron el pie del acelerador y eso lo aprovechó el Manchester United para venirse arriba y, con mucha suerte, acabar remontando el partido.

Y es que Juan Mata marcó el gol del empate en el minuto 86 tras un formidable lanzamiento de falta directa, mientras que, en el noventa, una jugada de ataque de los 'red devils' acabó con Sandro desviando el esférico hacia su propia portería, para lamento de una 'Vecchia Signora' que ya olía el pase matemático a los octavos de final de la Champions League.

Tras el triunfo, José Mourinho aportó su particular dosis de espectáculo y recordó al día en el que, tras eliminar al FC Barcelona en semifinales de Champions League cuando entrenaba al Inter de Milán, festejó ampliamente el resultado sobre el césped del Camp Nou, incrementando el enfado de los aficionados culés que se encontraban en el estadio.

Provocación de Mourinho a los seguidores de la Juventus

En esta ocasión, algunos jugadores de la Juventus como Bonucci y Dybala acudieron a pedir explicaciones al luso y pedirle que se marchara a los vestuarios, como estaba haciendo todo el mundo. El técnico portugués se llevó la mano al oído, provocando a la afición 'bianconeri', y se marchó haciendo el mismo gesto a los vestuarios. Está claro que hay cosas que nunca cambian.