El FC Barcelona sabe que no será nada fácil doblegar al Paris Saint-Germain en la ronda de octavos de final de la UEFA Champions League 2016-17, pero también conoce lo suficiente al conjunto parisino como para saber cuáles son sus debilidades, a pesar de tratarse de una de las plantillas más competitivas de toda Europa.

El PSG se reforzó con algunos jugadores interesantes este pasado verano tras la llegada de Unai Emery, como Krychowiak y Meunier, pero de momento no ha conseguido evitar que los laterales sean las posiciones más débiles del equipo, con Maxwell en el izquierdo y Aurier y Van Der Wiel en el derecho, además de un Meunier que también puede jugar en dicha posición.

Si el FC Barcelona abre bien el campo y ataca por las bandas, Neymar Jr y Leo Messi pueden hacer estragos en la defensa parisina, bien guarecida sin embargo en las posiciones de central pero con la peligrosa ausencia de Thiago Silva, el capitán del equipo, algo que dará libertad de movimientos a Luis Suárez como pivote en el eje de ataque azulgrana.

El Barça dominará el centro del campo contra el PSG

El hecho de que en el centro del campo el PSG tan sólo tenga a un jugador capaz de crear y distribuir el juego, como es Marco Verratti, también es una ventaja para un Barcelona que deberá acaparar la posesión del esférico para encerrar al PSG en su propio campo.

Thiago Motta, Krychowiak, Rabiot y Matuidi no son especialistas en el ámbito de la técnica con el balón en los pies, y además los dos primeros no podrán jugar. El PSG sufrirá por tanto ante la presión ofensiva del Barcelona, que puede provocar una alta recuperación de balones tras pérdida.

Finalmente, en la portería Aréola sigue evolucionando progresivamente y promete convertirse en el futuro en uno de los mejores del mundo. Sin embargo, de momento no lo es y podría estar más nervioso de lo habitual contra el FC Barcelona, siempre y cuando no juegue Kevin Trapp. Habrá que vigilar con el PSG, pero está claro que si el FC Barcelona está inspirado y consigue fraguar su juego ofensivo a buen nivel, tan sólo deberá andarse con ojo con los intentos de contragolpe del conjunto parisino, que no se prevé que salga a disputar la posesión.