No estuvo nada fino el FC Barcelona este martes en el Olímpico de Roma, y después de que Edin Dzeko anotara el primer gol a los cinco minutos de partido, Daniele De Rossi puso contra las cuerdas a los culés en el minuto 58, con un segundo gol que puso a tan sólo un gol de distancia la clasificación de los 'giallorossi' rumbo a las semifinales de la Champions League.

Gerard Piqué cometió un penalti demasiado inocente sobre Edin Dzeko, llevándoselo cogido del brazo al piso, y el colegiado señaló la pena máxima. El lanzamiento de De Rossi fue imparable para Ter Stegen, quien acertó el lado del disparo pero no fue capaz de desviar el balón, debido a la precisión y potencia con la que disparó el capitán de la Roma.

La Roma llevó al FC Barcelona al límite

2-0 a favor de la Roma y los peores momentos del FC Barcelona esta temporada, tanto a nivel futbolístico como en cunato a sensaciones anímicas, dado que los jugadores culés, por sus gestos, se vieron demasiado opacados por la intensidad y motivación de los 'giallorossi'.

El penalti de Gerard Piqué fue claro, y por lo tanto bien señalado por el colegiado Clement Turpin. No protestó demasiado el Barcelona, aunque lo que sí enervó a Valverde y a sus compañerose en el banquillo fueron las duras entradas cometidas contra los jugadores del Barça, algunas de ellas no castigadas con tarjeta por parte del árbitro.

El Barça, desconectado y Ter Stegen, salvador

El caso es que el FC Barcelona no estuvo lo suficientemente 'conectado' durante la mayor parte de los noventa minutos en el Olímpico, y lo pagó caro con un 2-0 que dio muchas posibilidades a la Roma de marcar un tercer tanto y, con él, clasificarse rumbo a las semifinales de la Champions.

Ter Stegen, de hecho, tuvo que sacar en el minuto 78 un disparo de El Shaarawy que por muy poco estuvo a punto de significar, tras un centro pasado que Semedo no acertó al despejar. Demasiado sufrimiento para el FC Barcelona en los minutos finales del partido... Y era innecesario.