Cuando se conocieron los cruces de Champions League y se determinó que una de las semifinales sería entre el FC Barcelona y el Liverpool, ya se podía prever que se trataba de una eliminatoria emocionante. Un choque entre estilos completamente contrapuestos, con jugadores de talla mundial en ambos bandos no podía defraudar.

Lo que se vio sobre el terreno de juego fue un auténtico homenaje al fútbol, además de algo totalmente inesperado. El Liverpool, contra pronóstico, consiguió arrebatarle el dominio al conjunto azulgrana, que fue el que se dedicó a lanzar contragolpes. Al final, un 3-0 que no reflejó lo visto sobre el terreno de juego pero que encontró en Leo Messi a su gran protagonista, con dos goles y el mundo del fútbol a sus pies.

Pep Guardiola, ex entrenador del FC Barcelona y técnico del Manchester City -el gran rival de los 'reds' en su lucha por ganar la Premier League- disfrutó del encuentro en directo, desde las gradas de un estadio que siempre recordará su gran entrega al club tanto en su etapa como jugador como en la de entrenador.

En una reflexión recogida por Mundo Deportivo, el entrenador catalán reconoció que disfrutó del gran espectáculo que azulgranas y británicos brindaron sobre el césped. "El partido del Camp Nou fue increíblemente bueno y ambos equipos estuvieron increibles", comentó Guardiola, añadiendo que "disfruté mucho viendo ese partido".

El ex azulgrana insistió en que ambos equipos realizaron un partido muy bueno, especialmente un Liverpool que puso contra las cuerdas al FC Barcelona. "El Liverpool estuvo excepcional y para batirlo el Barça tuvo que completar una gran actuación también", comentó el técnico, sobre un duelo cuyo desenlace se sabrá el próximo martes.

El City fue eliminado por el Tottenham

Desafortunadamente para Guardiola, el Tottenham Hotspur consiguió eliminar a su Manchester City en cuartos de final, siendo los 'Spurs' los rivales del Ajax en las semifinales. Pese a que los 'cityzens' dominaron el partido, sufrieron una situación parecida a la del Liverpool en el Camp Nou, siendo víctima de la pegada de su rival.