El Olympique Lyon-Barcelona de este martes tuvo intensidad, ocasiones de gol... Y también polémica. El centrocampista local, Aouar, no fue expulsado en la segunda mitad tras un clarísimo codazo a Sergi Roberto, que dejó al canterano del FC Barcelona sangrando y con un corte en el labio. Sergi Roberto tuvo que seguir jugando con una gasa, tras cambiarse de camiseta y pantalón por la hemorragia.

Aouar había sido amonestado en los primeros minutos de partido tras una entrada por detrás a Leo Messi, y en esta acción de la segunda mitad bien mereció la segunda cartulina. El colegiado del partido, Cüneyt Çakir, no se la mostró y permitió que el Olympique de Lyon continuase jugando con once jugadores sobre el terreno de juego.

Si bien es cierto que lo más probable era que Aouar no viera a Sergi Roberto, que le estaba presionando justo por detrás, soltó en codo y contactó directamente con la cara del jugador del FC Barcelona. Ahí es donde entra la intencionalidad -o no- del jugador del Lyon, y la interpretación del propio colegiado del partido, Cüneyt Çakir, que dejó seguir el juego.

Sergi Roberto tuvo que abandonar por su cuenta momentáneamente el terreno de juego para ser atendido, aunque al cabo de unos minutos regresó y pudo continuar jugando hasta que el entrenador del Barça, Ernesto Valverde, consideró propicio colocar a Arturo Vidal a falta de poco menos de un cuarto de hora para el final del partido.

Al Barça le faltó afinar la puntería en Lyon

Si Aouar hubiese sido expulsado, el Barça habría dispuesto de un jugador más durante casi media hora de juego, cosa que le habría permitido afinar todavía más su asedio ofensivo contra la portería de Lopes, quien tuvo que achicar balones de todas las maneras posibles a lo largo del encuentro. Con Sergi Roberto en el centro del campo, el Barça ganó control y posesión de balón a lo largo del choque. De hecho, lo único que le faltó al FC Barcelona para adelantarse en la eliminatoria al Olympique de Lyon fue la puntería. A los culés les costó horrores afinar sus tiros.

La mayoría de ellos se marcharon fuera, y otros fueron atajados por Anthony Lopes. El asedio, por desgracia, no surtió efecto, y el FC Barcelona tendrá que asegurarse el pase a cuartos de Champions League en el Camp Nou.