Después de más de dos meses de larga espera, la Champions League volverá a la rutina del FC Barcelona este mismo martes, día en el que el equipo de Quique Setién viajará hasta tierras italianas para medir sus fuerzas contra el Nápoles en San Paolo,​ en el partido de ida de los octavos de final. Un partido en el que Genaro Gattuso no podrá contar, con casi total probabilidad, con un futbolista clave.

Estamos hablando de Kalidou Koulibaly, que en las anteriores temporadas fue considerado uno de los mejores defensas de la Serie A italiana pero que en la presente campaña está pasando su particular calvario con las lesiones. Todo se torció el pasado 14 de diciembre, en un partido ante el Parma en el que el defensa africano tuvo que ser sustituido a los pocos minutos por una lesión de la que no acaba de sanar.

Desde esa fecha, el bíceps femoral de su pierna derecha le está dando problemas y apenas ha podido jugar un partido desde entonces. Con casi total probabilidad, Koulibaly va a ser baja para el partido contra el FC Barcelona, por lo que al Nápoles le faltará, como viene siendo habitual durante las últimas semanas, al que ha sido el gran líder de la línea defensiva durante años.

Dadas las circunstancias, lo más seguro es que Gattuso siga la misma línea de las últimas jornadas de la Serie A y cubra la ausencia de Koulibaly con la presencia de Nikola Maksimovic como acompañante de Kostas Manolas en el eje central de la defensa.El serbio se ha apoderado del puesto en las últimas semanas y será el encargado de defender la retaguardia contra el Barça.

Koulibaly interesó al Barça

Kalidou Koulibaly fue un defensa especialmente seguido por la secretaría técnica del FC Barcelona en temporadas anteriores. El africano, que a día de hoy tiene 28 años, ha tenido un excelente rendimiento en las filas del Nápoles, algo que llamó la atención en el Camp Nou de cara a reforzar esta posición tan sensible y que cuesta tanto de cubrir. Naturalmente, otros grandes equipos también estuvieron interesados.

Finalmente, el FC Barcelona, ante las dificultades de la operación, prefirió apostar por Clément Lenglet e incluso por Matthijs de Ligt, aunque el holandés finalmente acabó recalando en la Juventus de Turín. Koulibaly se acabó quedando en el Nápoles y ahora deberá trabajar para acabar de superar sus problemas físicos y tratar de recuperar el puesto.