La guinda de un pastel muy dulce. El broche de oro a una temporada inolvidable. Conquistar Europa por quinta vez demostrando tu superioridad ante todos los rivales. Este martes se cumplen dos años de la Champions del FC Barcelona en Berlín.

Aquella fue una noche para el recuerdo. Rakitic abrió el marcador tras una jugada de fantasía de Neymar e Iniesta, que regaló el gol al croata con un pase de la muerte que sólo tuvo que finalizar. Morata empataría en la segunda mitad (min 55) tras un rechace de Ter Stegen, pero los azulgrana no iban a desesperar.

De hecho, en apenas diez minutos, Suárez volvió a poner al Barça por delante, oliendo la sangre como siempre dentro del área y mandando al fondo de la red un rechace de Buffon a disparo de Messi. Quedaban 20 minutos y tocaba sufrir. Los culés no remataban la faena y los italianos llegaron a tener alguna oportunidad, pero Neymar, ya en el descuento, sentenció con un ajustado chut con la zurda. 

Luis Enrique, en su primera temporada al frente del club azulgrana, había sido capaz de revivir un equipo que parecía enrocado en un estilo caduco -o menos eficiente con el bajón de Xavi-, transformándolo en una bestia indomable que rompía encuentros con tres hombres letales arriba y una agresividad perenne.

La próxima Champions será muy dura

Cuando te eliminan en Europa puedes venirte abajo, pero lo bueno que tiene el deporte y esta competición es que te permite resarcirte y volver el próximo curso para intentarlo de nuevo. Aunque el FC Barcelona no lo tendrá fácil en la próxima Champions.

Al no ser campeón de Liga, el equipo azulgrana no será cabeza de serie en el bombo y se las podría ver con rivales durísimos como el Bayern, el Chelsea, la Juventus o el Mónaco. Rivales que han triunfado en sus respectivas ligas.