La confianza que le tiene Luis Enrique al once de gala que le hizo campeón de todo la temporada anterior es, realmente, infinita. El técnico asturiano volvió a repetir alineación frente al Atlético de Madrid a pesar de la derrota ante el Real Madrid en el último Clásico de Liga BBVA 2015-2016. "Lucho" tiró de la vieja guardia y sólo dejó a Claudio Bravo en el banquillo en favor del internacional alemán Marc-André ter Stegen.

Una decisión que algunos aficionados compartirán y otros no tanto. Sobre todo aquellos que vieron como el nivel de Dani Alves fue muy inferior del de un futbolista de su calidad. Es por ello que no habría sorprendido a nadie la titularidad de Sergi Roberto en esa demarcación, dada la lesión muscular de Aleix Vidal ocurrida en el último entreno antes del partido. El canterano ha demostrado que está capacitado para estos encuentros y podría haber aportado algo distinto.

Por tanto, en el Barça no existe ningún tipo de preocupación por el desgaste y el cansancio que puedan tener sus futbolistas. Tras el partido ante el Madrid, han tenido tres días para recuperarse física, pero sobre todo, psicológicamente para el encuentro ante los colchoneros.

Y es que este martes y en el Camp Nou los blaugranas se jugaban buena parte de eso que Gerard Piqué calificó en la rueda de prensa previa como "reto brutal y motivador", que no es, ni más ni menos, que repetir el fabuloso "triplete" de la anterior campaña. Y para ello junto a Ter Stegen salieron Jordi Alba, Mascherano, Piqué y Alves en defensa, con Sergio Busquets en el mediocentro y escoltado por Andrés Iniesta e Ivan Rakitic más adelantados que él, y en el ataque los de siempre, la triple entente formada por Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Júnior.