Otra vez más, Zinedine Zidane optó por meter a Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo en ese once titular casi por decreto frente al Nápoles y no le salió nada bien. Partido para olvidar por parte de los tres que no se entendieron y vieron como estuvo cerca más que un susto ante los napolitanos dada su indolencia en ataque.

Mertens sorprendió apareciendo como un cohete tras un excelente pase de Hansik. Ese gol hacía justicia dado que el Napoli le estaba dando un soberano repaso en esos primeros quince minutos de encuentro, igual que en lo que restó de primer tiempo. Sin embargo, tras el descanso apareció Sergio Ramos.

El central madridista volvió a hacer gala de su juego aéreo para aprovechar un córner y alzarse ante la zaga local. La misma que seis minutos después volvió a dejarlo solo para que volviese a rematar a las mallas, aunque ahora con la complicidad de un Mertens que acababa introduciéndolo en el fondo de la portería. 

La BBC se ahogó pero el Napoli no tenía fuerzas

Fue únicamente el valor de un delantero que parece más un atacante que zaguero (no defiende nada pero marca mucho) el que necesitó el Real Madrid para seguir en la Champions League y pasar a los cuartos de final. Gareth Bale acabó sustituido por Lucas Vázquez y Benzema por Álvaro Morata. Este último hizo sangre en San Paolo anotando el tercero y último de la noche. Lo celebró a lo grande el punta, que lo gozó a lo grande dado su pasado juventino.