El Manchester United-FC Barcelona dejó varias acciones destacadas a lo largo del encuentro. Ambos equipos jugaron con sus armas e hicieron cuanto pudieron por llevarse la victoria, pero los culés hicieron más y fueron mejores. La pelota fue azulgrana, el dominio también y las ocasiones que hubo solo fueron contra la portería de David De Gea, que salvó a sus compañeros de recibir un par de goles más.

En uno de los intentos de los barcelonistas por aproximarse a la meta del cancerbero español, Messi intentó encarar a Chris Smalling y acabó en el suelo doliéndose mucho de la cara. Un minuto después, ya con el juego parado, se pudo ver al argentino con el ojo completamente morado y sangrando. El tremendo golpe del defensor le causó esas heridas que, por suerte, no le impidieron seguir jugando.

Pero a pesar de que el susto no fue a mayores, como no podía ser de otra manera con un golpe de estas características, la acción ha traído cola y días después todavía se sigue hablando de ella. El propio Smalling, causante de todo el lío, ha dado su opinión sobre la jugada y admite que tenía que jugar al límite para tener algo que hacer contra el Barcelona. El futbolista no parece arrepentirse de lo que hizo. 

"Teníamos que llevar el partido a una intensidad a la que ellos no están acostumbrados cada semana y nos jugábamos mucho en la segunda parte", afirmó el ex internacional por Inglaterra para hablar sobre la jugada con Messi. Aunque no lo dice directamente, es evidente que no tiene ninguna duda de que lo que hizo es lo que había que hacer.

El FC Barcelona, a pesar de tener el balón casi todo el encuentro y de crear dos o o tres oportunidades claras, al margen del gol, no estuvo brillante y le costó atacar ante la poblada defensa del United. Smalling cree que eso fue mérito de los suyos. "Los anulamos por completo. Creo que De Gea solo hizo una parada. Sabíamos que teníamos que llevar el partido a un ritmo al que ellos no están acostumbrados", explicó.

Smalling cree que el United se mereció algún gol

Puede que el central inglés viera otro encuentro desde el terreno de juego porque afirmó que los suyos tuvieron varias llegadas claras para marcar algún tanto. La realidad es que las pocas situaciones peligrosas las terminaron concretando mal y Ter Stegen vivió un encuentro muy tranquilo. "Les presionamos y les pusimos las cosas complicadas. Fue una lástima no poder marcar un gol. Pienso que creamos algunas buenas situaciones de gol para haber marcado", concluyó el defensor.