No llegará el Arsenal en la mejor de sus situaciones para el partido de vuelta de los octavos de final de Champions League que se disputará en el Camp Nou. Los "gunners" cayeron por un gol a dos ante el modesto Watford de Quique Flores y ya no tienen ni la FA Cup a la que aferrarse. Diecinueve años después de hacerse con las riendas del club, Arsene Wenger ve como la afición se ha hartado de las últimas temporadas decepcionantes y su cargo pende de un hilo.

Y es que tras decir adiós a la FA Cup, eliminados de la Copa de la Liga y desahuciados en Premier League (se encuentran a ocho puntos del Leicester City), a los londinenses sólo les queda una Champions League que tienen muy cuesta arriba tras el cero a dos recibido en el partido ante el Barça. Y encima llegarán a dicho encuentro en una forma mucho peor que antes de perecer ante los blaugranas el mes pasado.

Dese que cayeran ante los de Luis Enrique en el Emirates, los pupilos de Wenger sólo han ganado uno de los cinco encuentros que han disputado. Lo hicieron ante el Hull City, de Segunda División. A pesar de esa victoria, dijeron adiós a la Liga empatando ante el Tottenham y perdiendo tres partidos ligueros y cayendo eliminados en la FA Cup.

Junto a todo esto, el rosario de lesiones que arrastran harán casi que la remontada en el feudo blaugrana sea una misión imposible. Cech, Ramsey, Oxlade y Koscielny se han unido a Cazorla, Wilshere, Rosicky y Arteta como bajas en la última semana. Sólo Koscielny parece que podrá estar disponible para el encuentro del miércoles, una auténtica tragedia.

Viendo su nivel actual, con la hinchada en contra y los jugadores deambulando por el campo cual cadáveres vivientes, es más probables que acaben goleados en el Camp Nou como el Getafe el sábado, a que puedan poner algo de emoción a la eliminatoria.