La mejor manera de cargarse una competición es hacer lo que hizo LaLiga el pasado miércoles, poniendo una eliminatoria de Copa del Rey a partir de las 22.00 horas. Ese partido que jugó el FC Barcelona ante el Hércules y que acabó en goleada, a pesar de la igualdad en la ida.

Un partido que, por tanto, empezaba el 21 de diciembre y acababa el 22 para muchos aficionados, que o llegaron a casa hasta bien entrada la noche. Puede que alguno defienda ese horario en verano, pero en pleno invierno las gélidas temperaturas y que el choque se disputara entre dos días laborales hacen que sea realmente un suicidio.

Es por ello que el vicepresidente del área social del FC Barcelona, Jordi Cardoner, criticó fuertemente la hora del duelo, que a pesar de todo tubo 64.025 espectadores en el estadio. El problema es que a pesar de que la Copa del Rey es una competición de la FEF, es LaLiga quien pone los horarios en acuerdo con las televisiones. Y ahí prima más "la pasta" que el bien colectivo del aficionado, una auténtica pena.

El Barça defiende al aficionado ante LaLiga

"Que no nos lo pongan tan difícil que la gente llega a su casa mañana, al día siguiente del que ha comenzado el partido", afirmó Cardoner a "Barça TV". Un horario que perjudica al hincha y que puede acabar con la competición. Aún así, el directivo se quedó con lo positivo: "Creo que todos los niños que han venido han visto un gran partido y se llevan un regalo inolvidable".