Haciendo caso a las palabras de Ivan Rakitic tras el Athletic Club de Bilbao-FC Barcelona que afirmaban que el colegiado del encuentro no dormiría muy bien esa noche, David Fernández Borbalán empezó su penitencia en el descanso del encuentro. El propio juez supo que la había liado al ver como hombres tranquilos y sosegados como Leo Messi o Andrés Iniesta se dirigían hacia él y le pedían explicaciones.

Dos penaltis sin señalar y tres amonestaciones por protestar se acababa de sacar de la manga el árbitro. Las tres amarillas para Andrés Iniesta, Jordi Alba y Sergio Busquets sulfuraron hasta al propio Messi, que según informan varias televisiones estatales se fue a por el colegiado al descanso en el túnel de vestuarios. Le pidió explicaciones y el delegado culé Carlos Naval tuvo que llevárselo para que la conversación no fuera a más.

Otros futbolistas del Barça también le dejaron claro al árbitro que se había equivocado en sus decisiones. Todo ello ya sin cámaras de por medio y en los vestuarios. Antes esto el andaluz se olió que la acababa de liar.

La agresión a Umtiti enervó al Barça

También le pidieron que rindiera cuentas tras la agresión de Aritz Aduriz sobre Samuel Umtiti. El delantero le pegó un manotazo al central en la tráquea, lo que le dejó tocado y sin poder respirar durante un tiempo. Lo futbolistas instaron una y otra vez al árbitro a que mirase los vídeos para comprobar su nefasta actuación.