El director deportivo del Espanyol, Jordi Lardín, reconoció instantes después de que finalizara el partido de ida de cuartos de Copa del Rey contra el FC Barcelona que uno de los jugadores 'pericos', Aarón, mereció ser expulsado en la segunda mitad.

Aarón tenía tarjeta amarilla cuando impidió la progresión de un Sergi Roberto que se internaba claramente en el área de Diego López. El colegiado señaló la falta, pero no quiso mostrarle la segunda cartulina y permitió que siguiera en el terreno de juego hasta que fue relevado del campo por Dídac Vilá, con el objetivo de que no acabase dejando al equipo blanquiazul con diez hombres.

"La de Rakitic queda a criterio del árbitro, pero la de Aarón era tarjeta clara"

"La segunda amarilla a Aarón era clara y tenía que haber sido expulsado", admitió Lardín en zona mixta, asegurando a continuación que el Espanyol " ha merecido la victoria. Ha sido un partdio sufrido, muy trabajado. Al final, con un esfuerzo increíble el equipo ha merecido la victoria".

La realidad es que el Espanyol apenas dispuso de una ocasión de peligro, la del gol, mientras que el FC Barcelona erró un penalti y tuvo también alguna que otra oportunidad clara más para perforar la portería de Diego López, quien mostró un gran nivel de juego.

El Barça, a por todas en la vuelta

"El Barcelona ha tenido casi todo el partido la posesión, pero no ha tenido ocasiones claras. Nosotros hemos tenido una y la hemos hecho", dijo Lardín, insistiendo en que "la tarjeta a Aaron era clara, debía ser expulsión. La de Rakitic queda a criterio del árbitro, pero la de Aarón tengo que decirte que era tarjeta clara". Habrá que ver qué sucede en el partido de vuelta, pero lo que está claro es que el Barça saldrá a por todas.