Último partido de la temporada para el FC Barcelona, que la acabó jugando de la misma manera que la empezó: jugándose un título frente al Sevilla. En un Vicente Calderón plagado de banderas esteladas, senyeras y símbolos barcelonistas de todo tipo, los de Luis Enrique afrontaron la última final de la temporada con la voluntad de consagrar el "doblete" de Liga y Copa y terminar, además, el curso con un "póker" de títulos contando también los del Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa. Como era de esperar, "Lucho" salió al terreno de juego con su once de gala y el tridente Messi-Neymar-Suárez arriba, siendo los tres magníficos del Barça los encargados de decantar la balanza hacia el bando culé en la capital española. Tras la pitada inicial de la afición del Barcelona al himno español -distorsionada por el altísimo volumen de la megafonía-, el colegiado Del Cerro Grande usó el silbato y el balón echó a rodar, con un Barça concentrado y un Sevilla de Unai Emery, como siempre, extramotivado y dispuesto a vender cara la derrota.

El conjunto hispalense saltó al césped con un posicionamiento táctico encarado a presionar al FC Barcelona a partir del medio campo y defenderse con uñas y dientes para salir rápidamente al contraataque, sin presionar con una línea demasiado adelantada pero, eso sí, intentando disputar la posesión de balón al FC Barcelona. Los culés, por contra, buscaron como siempre entrar en calor mediante combinaciones largas, buscando resquicios entre líneas con  mucha paciencia y con movilidad de los hombres ofensivos, algunos de ellos -como Neymar- bajando a recibir prácticamente al medio campo. Al Sevilla no le duraba nada el balón durante los primeros minutos, y la primera aproximación del partido llegó por parte del Barça, con una combinación entre Neymar y Messi al borde del área que por desgracia no fluctuó debido a la atención de Mariano para cortar el pase. Ambos equipos habían salido enchufados, y en el bando del Sevilla los centrocampistas Iborra y Banega intentaron buscar arriba a Gameiro, pero sin suerte.

Tablas en intensidad; tablas en el marcador

En el minuto ocho Luis Suárez tuvo en sus botas el primer gol del partido. Andrés Iniesta conectó con él en profundidad con un balón aéreo, pero por desgracia su tiro de volea se marchó desviado, inquietando eso sí a Sergio Rico en la portería del Sevilla. Incluso en los minutos de tanteo el encuentro era bello, con ambos equipos luchando limpiamente en cada acción y las aficiones en perfecta armonía; eso sí, las oportunidades de gol -a excepción del disparo inicial de Luis Suárez- brillaron por su ausencia durante el primer cuarto de hora, con mucho juego en el centro del campo y el Barcelona intentando engrasarse, en busca de que Messi, Neymar y Suárez empezaran a encontrarse en el flanco de ataque. En el minuto 17, en cualquier caso, quien generó peligro fue el Sevilla, con una doble ocasión que necesitó de una buena intervención de Ter Stegen para desviar el peligro. El duelo estaba encallado durante los primeros minutos, aunque no era por falta de intensidad, ni mucho menos.

En el minuto 22, fue Sergio Rico quien tuvo que intervenir tras un lanzamiento de córner de Leo Messi, que claramente buscó el gol olímpico para volver a sorprender al mundo. Sin embargo, de nuevo fue una ocasión aislada. El Sevilla estaba ahogando al FC Barcelona en la presión, trastabillaba el juego ofensivo de la "MSN" y aprovechaba la falta de profundidad y lentitud en las combinaciones de los de Luis Enrique para anticiparse a cada movimiento, robar balones y buscar salidas rápidas al contraataque, a pesar de que la defensa azulgrana estaba muy atenta a la hora de torpedearlas. Jordi Alba no mostró su mejor versión durante los primeros minutos al perder algún que otro balón, mientras que la localización del esférico se mantuvo llegados a la media hora de juego más en el campo del Barça que en el del Sevilla. Neymar Jr y Leo Messi, siempre tenían a dos defensores encima cuando recibían, y los desmarques de Luis Suárez tampoco surtían efecto en este primer tercio de partido.

Del Cerro Grande desequilibra la balanza a favor del Sevilla

La afición del FC Barcelona animaba a los culés y enseguida llegaba la réplica de la del Sevilla, transmitiendo la misma sensación de igualdad que sobre el verde. Los azulgrana siguieron moviendo la pelota de lado a lado buscando huecos, y encontraron algunos lanzamientos de córner de los que no pudieron sacar partido. En el minuto 30, precisamente tras un córner culé, Dani Alves probó fortuna con un disparo seco desde fuera del área, que se marchó ligeramente desviado fregando el palo derecho de la portería de Sergio Rico. Unos minutos después, el colegiado Del Cerro Grande se comió una clara tarjeta amarilla a Adil Rami, que cortó un contraataque de Neymar Jr con la mano y luego hizo caso omiso de las protestas del brasileño. Traspasada la media hora de juego el encuentro se abrió ligeramente y los dos equipos se aproximaron más al área contraria, pero sin concretar y mostrándose demasiado imprecisos en el último pase.

En el minuto 37 de partido, lamentablemente, una decisión polémica del colegiado Del Cerro Grande rompió la final de Copa del Rey. Y es que, en una internada de Kevin Gameiro al contraataque, Javier Mascherano le derribó y, al ser el último hombre, recibió una tarjeta roja directa, dejando al Barça con diez y provocando serios cambios en el esquema de juego del FC Barcelona. La decisión de Del Cerro Grande fue demasiado rigurosa al dejar a los de Luis Enrique con diez hombres en la primera mitad, y teniendo en cuenta además que, pese a ser una jugada peligrosa, tampoco era clarísima de gol a favor del Sevilla, con Ter Stegen saliendo a tapar espacios. El derribo de Mascherano a Gameiro, además, tampoco fue violento. En todo caso, el FC Barcelona no se vino abajo y siguió compitiendo con corazón y cabeza. En el minuto 44, de hecho, Gerard Piqué dispuso de una clarísima oportunidad en un remate de cabeza tras un saque de córner. El balón, sin embargo, se marchó rozando el travesaño de la portería andaluza.

A Del Cerro grande se le olvidan las tarjetas amarillas

Al comienzo de la segunda mitad, Luis Enrique decidió mover el banquillo y resguardándose ligeramente en defensa sacando del césped a Ivan Rakitic y haciendo entrar en el terreno de juego a Jeremy Mathieu. El asturiano decidió mantener de esta manera a Messi, Neymar y Suárez sobre el campo, pero con la pérdida de un centrocampista fomentó partir inevitablemente al equipo en dos pedazos. Por si el Barça no estuviera ya en suficiente desventaja, el colegiado Del Cerro Grande pitó en el minuto 46 un fuera de juego inexistente a Neymar Jr, cuando el brasileño ya estaba encarando a Sergio Rico para anotar el primer tanto del partido. El FC Barcelona no protestó demasiado la acción y se limitó a jugar y dejarse la piel. Los papeles cambiaron, y ahora era el Sevilla el que tenía más la posesión del balón, con el Barça replegado atrás e intentando salir al contraataque buscando la velocidad y calidad de Messi, Neymar y Luis Suárez, más enchufados mentalmente tras la expulsión de Mascherano.

En el minuto 50, no obstante, quedó claro que el Barça no estaba atravesando un buen momento. Un disparo desde fuera del área de Banega, que tocó en Gerard Piqué, acabó estampándose en el palo derecho de Ter Stegen, desatando las onomatopeyas del público del Vicente Calderón. El Sevilla dominaba e intentaba hacer daño por las bandas con Vitolo y Gameiro, muy incisivos. A Del Cerro Grande parecía que se le habían agotado las tarjetas tras la roja a Mascherano, y pese a que Vitolo cortó con falta un claro contraataque de Messi, el colegiado madrileño optó por no echarse la mano al bolsillo y limitarse a señalar la falta, para desespero de los jugadores culés. Pocos minutos después, Messi recibió un cabezazo involuntario de Carriço dentro del área del Sevilla y el árbitro marcó falta del astro argentino, a pesar de que tuvo que salir del campo para volver a entrar, al estar medio "grogui". Tan sólo un minuto después, llegó una nueva pésima noticia para el Barça.

Luis Suárez se lesiona, pero el Barça aguanta

Y es que Luis Suárez se tiró sobre el césped, doliéndose de una grave lesión muscular que seguramente le impedirá estar en la Copa América con Uruguay. El charrúa se marchó cojeando visiblemente y, ya en el banquillo, rompió a llorar desconsoladamente. Rafinha Alcántara entró en su lugar, habiéndose puesto todo en contra para los intereses azulgranas, a pesar de que el Sevilla tampoco conseguía mejorar en el plano ofensivo. Mucha igualdad, y Neymar y Messi que, cada vez más enfadados, empezaban a tener con el paso de los minutos más y más protagonismo. El Barça había crecido con el balón al tener con Rafinha Alcántara más frescura en el centro del campo, pero el Sevilla se replegaba bien y Leo Messi y Neymar Jr estaban demasiado solos a la hora de intentar generar peligro. El Sevilla apretó las tuercas y, en el minuto 64, un disparo de Krychowiak fue repelido por Sergio Busquets a córner. La jugada terminó en nada, y posteriormente el conjunto hispalense siguió haciendo faltas y más faltas.

Ni por reiteración sacó Del Cerro Grande alguna cartulina amarilla a los jugadores del Sevilla, en lo que se estaba convirtiendo en una vergüenza arbitral digna de mención. Los andaluces, conscientes de ello, se olvidaban del balón y placaban a los culés en cada intentona de contraataque. La primera tarjeta amarilla llegó para Adil Rami en el minuto 72, y la segunda para Vitolo en el 75', las dos más que merecidas. En el minuto 77, Leo Messi dispuso de un disparo de falta peligroso al borde del área, pero el tiro fue demasiado centrado y tras superar la barrera fue recogido por Sergio Rico. El partido se esfumaba y, pese a que el Sevilla lo tenía todo a favor, la realidad es que el 0-0 se mantenía en el marcador y el equipo de Luis Enrique seguía estando con condiciones todavía de ganar la Copa del Rey.

Banega, expulsado merecidamente por entrada a Neymar

Unai Emery quitó al lateral Mariano y colocó a un extremo, Konoplyanka, con el objetivo de asediar al Barça durante los últimos minutos, pero el orgullo culé lo evitaba. El FC Barcelona, con diez hombres, anulaba a un Sevilla que no era capaz de doblegar el ánimo y la voluntad de los culés. Andrés Iniesta, Busquets y Gerard Piqué estaban siendo los mejores del FC Barcelona, al tiempo que la afición culé esperaba un milagro de Messi y Neymar y Del Cerro Grande continuaba a la suya, dando vergüenza ajena y haciendo un flaco favor al fútbol. El arbitraje fue realmente vergonzoso, aunque cierto es que una imagen vale más que mil palabras, y a lo largo del encuentro hubieron muchas.

Faltas flagrantes, tarjetas merecidas no mostradas y, en ocasiones, ni tan siquiera señaladas como falta. Pese a todo, paradojas de la vida, acabó mostrando una roja clarísima a Éver Banega por la misma razón que a Mascherano: derribar al contrario siendo el último hombre. Tras un magistral pase de Iniesta, Neymar fue derribado y el FC Barcelona tuvo una de las últimas ocasiones del partido. El tiro de falta de Leo Messi, que fue a cámara lenta y demasiado centrada, se envenenó y provocó que Sergio Rico concediera el córner. La afición del Sevilla estaba muy callada en estos momentos finales, consciente de que el Barça se estaba comiendo con patatas al Sevilla en el tiempo añadido, más por orgullo y voluntad que por calidad. Al final, empate al final del partido y prórroga con diez contra diez.

PRÓRROGA

En la prórroga, y tras una piña de los jugadores del FC Barcelona a la que se sumó un Luis Suárez que no podía ni caminar, los culés salieron algo más enchufados en ataque pero las fuerzas se mantuvieron igualadas sobre el césped, al menos durante los primeros minutos. Porque, en el minuto 96, Jordi Alba dio una alegría descomunal al Barça. Un pase medido y milimétrico de Leo Messi, en profundidad hacia Jordi Alba, permitió que el lateral catalán pudiera rematara de volea al fondo de la portería de Sergio Rico, adelantando a los culés en la final y desatando la euforia de toda la afición azulgrana. El gol de Alba hundió al Sevilla, muerto físicamente y limitado únicamente a frenar con faltas y entradas duras el asedio de internadas de Messi y compañía. Esta vez, por fortuna, Del Cerro Grande sí mostró las tarjetas amarillas correspondientes.

Tras algunos tiros peligrosos de Messi, Gerard Piqué remató de cabeza un centro y Sergio Rico desvió la pelota a córner, con una grandísima parada que evitó que el FC Barcelona acabara de sentenciar la final de Copa del Rey. Terminó la primera mitad de la prórroga, y los culés cambiaron de campo más contentos que nunca. En la segunda, el FC Barcelona siguió dominando, pero ya sin tantas ansias de marcharse arriba a buscar el segundo y más orientado a resguardarse atrás. El partido, sorprendentemente, se paró en el minuto 110 por una lesión... ¡Del árbitro! Del Cerro Grande tuvo que recibir masajes en la banda por una sobrecarga, pero finalmente pudo continuar. Tras la reanudación, el Barça siguió buscando el contraataque y recibiendo faltas del Sevilla. Sergio Rico firmó una actuación espectacular, y detuvo un remate aéreo de Messi a bocajarro. Pero el desenlace del partido aún sería más épico para el Barça, porque la justicia futbolística ganó. Neymar Jr marcó el segundo gol del partido en el minuto 122. El FC Barcelona conquistó una Copa del Rey más dura de lo esperado y un "doblete" histórico. ¡Felicidades, campeones!

Ficha técnica del partido: FC Barcelona 2-0 Sevilla

FC Barcelona, 2: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba (S. Roberto, 120'); Busquets, Iniesta, Rakitic (Mathieu, 45'); Neymar, Messi y Suárez. (Rafinha, 57').

Sevilla, 0: S. Rico; Mariano (Konoplyanka, 79'), Rami, Carriço, Escudero; Krychowiak, Banega, Iborra (Llorente, 105'); Coke, Vitolo y Gameiro.

Goles del partido: Jordi Alba, 96'; Neymar Jr, 122'.

Árbitro: Del Cerro Grande.

Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Copa del Rey 2015-16, disputado en el Vicente Calderón.

Próximo partido: FC Barcelona vs Celtic (Pretemporada 2016-17).