Jesús Gil Manzano ha creado un estigma en el Spotify Camp Nou tras varias decisiones que han perjudicado a los culés en lo que va de temporada. La más clara fue la expulsión y posterior sanción de Robert Lewandowski, quien todavía se mantiene suspendido en Liga y no podrá estar presente en el compromiso de este fin de semana frente al Girona.

Sin embargo, las gradas del recinto azulgrana tampoco estuvieron de acuerdo con la actuación del colegiado en los cuartos de final de la Copa del Rey. De hecho, no parece haber sentado bien ni al aficionado culé ni al de la Real Sociedad, quien cuestionó la labor del colegiado en varias acciones del partido.

El árbitro recibió una cálida bienvenida de los hinchas desde el calentamiento, algo que se intensificó con el pasar del encuentro. Xavi Hernández no se mostró contento con la forma en la que dirigió y la necesidad del VAR en una situación obvia fue la que destapó una serie de reclamos por parte del técnico y también de las gradas. 

Y es que la entrada criminal de Brais Méndez sobre Sergio Busquets fue apenas sancionada por el colegiado, quien en principio cobró una falta previa a Kubo y después fue que mostró la amarilla el centrocampista por su planchazo al jugador azulgrana. A pesar de estar cerca de la jugada, el VAR tuvo que intervenir para rectificar la acción y determinar que la falta ameritaba la roja.

Más acciones sin sanción

Gil Manzano intentó reducir las tensiones bromeando en reiteradas oportunidades con Lewandowski y también con otros futbolistas, aunque eso no evitó que quedara retratado en diferentes acciones. Si bien acertó en invalidar un gol en fuera de juego de Frenkie de Jong, pasó por alto un claro codazo de Méndez sobre Pedri. No solo no cobró ninguna falta, sino que advirtió al canario para que se levantara del suelo como si de una simulación se tratara.

El centrocampista de la Real fue protagonista en varias oportunidades antes de ser expulsado al igual que Manzano, quien tampoco le amonestó por una entrada por detrás a 'Lewy' que hizo desesperar al Spotify Camp Nou. No fue hasta la tercera infracción del gallego que le mostró la amarilla. Una que convirtió en roja tras el correcto análisis del VAR.