El Mundial ha llegado a su 'mitad'. A partir de este martes comenzarán a disputarse la última jornada de la fase de grupos del torneo, en búsqueda de los dieciseis equipos que participarán en los octavos e final. A pesar de que ya varios equipos han certificado su pase a la siguiente fecha, todavía queda mucho en juego y mucho por definir. En los grupos A y B, por ejemplo, queda todo en el aire. 

Antes de la disputa de la tercera jornada, las cosas están así en el grupo A: Países Bajos lidera con cuatro puntos, los mismos que tiene Ecuador. Por detrás, en la tercera plaza se encuentra Senegal (3) y una Qatar (0) que ya está eliminada de 'su' torneo. En encuentros simultáneos, se enfrentarán Ecuador vs Senegal y Países Bajos vs Qatar (a partir de las 16:00 horas). 

Tanto a los neerlandeses como a los ecuatorianos les vale el empate para superar la fase de grupos. En el caso de Senegal, para estar en los octavos de final debe ganar, aunque le valdría una opción más complicada: Firmar las tablas (con goles) ante Ecuador y que Qatar consiga vencer a Países Bajos por 2-0 o más goles. Algo que parece improbable sabiendo que los qataríes ya están eliminados. 

Así están las cosas en el grupo B

En el grupo B, Inglaterra lidera con cuatro unidades, seguido por Irán (3), Estados Unidos (3) y una Gales que solo ha sumano un punto en dos partidos, pero que todavía no está eliminada. Jugarán, en el turno de las 20:00 horas, Irán vs Estados Unidos y Gales vs Inglaterra. Aquí, hay unos cuantos escenarios posibles y cualquier cosa -literalmente- podría pasar.

En principio, Inglaterra e Irán estarían en octavos si ganan. Los ingleses también se beneficiarían de un empate para clasificar, pero a los asiáticos solo le valdría el empate contra Estados Unidos en caso de que Gales no gane a los 'three lions'. Los americanos, por su parte, tendrían el pase a la siguiente fase si ganan. 

La Gales de Gareth Bale es la que más difícil lo tiene, pero cuentan con dos vías: Ganar a Inglaterra con una goleada histórica de 4-0, o con una victoria (sin importar el número de dianas) que esté acompañada por un empate en el otro partido del grupo. Un escenario extremadamente complicado, pero en este Mundial ya se ha demostrado que no hay imposibles.