Las polémicas arbitrales se han convertido en el pan de cada día para el FC Barcelona. A pesar de ser uno de los equipos que mejor maneja el balón y que más oportunidades de gol genera por partido, lo cierto es que la cantidad de faltas que recibe dentro del área parece poco acorde a la realidad.

De hecho, desde que comenzó la campaña han sido contabilizadas hasta ocho faltas claras que debieron ser cobradas como penalti pero que ni los colegiados ni el VAR han querido sentenciar. En los partidos ligueros frente al Rayo Vallecano, Sevilla, Cádiz, Celta y Real Madrid hubo derribos en el área, mientras que ante el Mallorca en Son Moix existió una mano de Antonio Raíllo que no tuvo penalización.

Sin embargo, en Champions es donde han ocurrido las infracciones que más han perjudicado al Barça. Alphonso Davies le propinó una zancadilla escandalosa a Ousmane Dembélé en el Allianz Arena que no tuve repercusiones, mientras que en la visita al Inter de Milan el VAR hizo caso omiso a una mano clara de Denzel Dumfries que pudo cambiar el resultado final.

Con todo esto sobre la mesa, al Barcelona no le han pitado un penalti a favor en los últimos 20 partidos de Liga y en los últimos 10 de Champions League, un dato demoledor teniendo en cuenta el sinfín de oportunidades de llegadas al área rival que mantienen los culés en sus compromisos.

Toca pasar página

Así las cosas, a los de Xavi Hernández no les queda de otra más que ser contundentes en sus avanzadas al área rival, ya que la 'suerte' no parece estar de su lado cuando de penaltis se trata. Tanto Ousmane Dembéle, como Raphinha y Robert Lewandowski deberán dejar de lado el discurso contra los árbitros y ser más efectivos al momento de enviar el balón al fondo de la red. La polémicas continuarán, pero los azulgrana deben forjar su propio camino.