El experimentado delantero centro del Athletic de Bilbao, Aritz Aduriz, llevó a cabo una fea y vergonzosa acción sobre el césped de San Mamés este jueves por la noche, al soltar en la primera mitad un inesperado manotazo a Samuel Umtiti cuando pugnaba por el defensor por ganar un balón aéreo, a pesar de que la jugada ya acababa de morir en el área de Ter Stegen.

El golpe de Aduriz puede que no fuera muy fuerte, pero su mala intención y -sobre todo- la sorpresa con la que lo llevó a cabo provocó que a Samuel Umtiti se le cortara la respiración durante los minutos posteriores, quedándose tendido sobre el césped hasta que entraron las asistencias.

Le costó reponerse, pero cuando el francés se recuperó quiso entrar como una exhalación al terreno de juego. Lo primero que hizo, ya en el interior del campo, fue correr a reprochar la acción a un Aduriz que intentó tenderle la mano como si no hubiese pasado nada y fuesen tan amigos.

Samuel Umtiti y Aduriz, encarados en San Mamés

A Umtiti, enemigo de la hipocresía, no le gustó el gesto y siguió increpando a un Aduriz que hasta se encaró con él. Al final, Fernández Borbalán cortó la polémica mostrando la tarjeta amarilla a cada uno, a pesar de que ni él ni sus asistentes se enteraron absolutamente de nada cuando el jugador vasco agredió al futbolista francés del conjunto azulgrana.

Decisión salomónica, debió pensar, fruto de la completa ignorancia. A partir de ese momento ya sí que empezó a dar rienda suelta a las tarjetas, aunque siempre contra el Barça y debido a las protestas hacia sus injustas decisiones. Vergonzoso arbitraje, en definitiva, que contrastó con los favores al Real Madrid de Mateu Lahoz el día anterior.