La planificación de la temporada 2016-17 no fue del todo exitosa para el FC Barcelona, que aunque prometía ser más competitivo con los abundantes y prometedores fichajes acabó lamentando la falta de adaptación de varios de ellos.

El referente de los triunfadores, Samuel Umtiti, pero en el bando perdedor el principal acusado está igual de claro, y no es otro que André Gomes. El portugués no cuajó en su primera campaña como azulgrana, pese a llegar como un gran refuerzo para el centro del campo por 35 millones de euros más 20 en variables.

Ahora en el Barça deben decidir qué hacer con el futbolista, que apenas mostró en el equipo azulgrana las cualidades por las que se le fichó del Valencia. La llegada, el descaro y la clase no aparecieron por el Camp Nou, y el centrocampista se perdió en constantes cambios de posición y ahogado por la exigencia táctica de su nuevo equipo.

El verano, decisivo

Ahora, y con la participación de Portugal en la Copa Confederaciones a la vuelta de la esquina, Ernesto Valverde y Robert Fernández deberán dar un paso adelante en la decisión final por André Gomes, se queda para demostrar que es válido o se le busca una salida por una cantidad interesante.

El jugador, por su parte, lo tiene claro, agradece la paciencia y quiere seguir. "Me costó un poco al principio, ya que tienen un estilo propio y exige algún tiempo adaptarse, pero me dieron tiempo y libertad para crecer, son pocos los clubs que lo hacen", explicó en una entrevista en Portugal.