El FC Barcelona busca recuperarse sobre el terreno de juego de una mala racha, pero a la vez mantiene un trabajo decisivo en los despachos de cara a garantizar el crecimiento del club. Este martes hubo una rueda de prensa para detallar los parámetros en materia de economía, y se presentó un nuevo cálculo que romperá fronteras tanto en la entidad catalana como en el resto de clubes de fútbol.

Para la temporada 2018-19 se prevé que el presupuesto alcance los 960 millones de euros, una cifra que no se ha alcanzado nunca. Este paso se encuadra dentro del plan de crecimiento estratégico de los azulgrana, que pretende superar la barrera de los 1.000 millones de cara al 2020.

Con Òscar Grau a la cabeza, se explicó que el auge más importante corresponde a las parcelas de márketing y derechos de retransmisión, que compensan por sí mismas el salto que significó en la caja el traspaso de Neymar al Paris Saint-Germain, ya que dejó hasta 140 'kilos' de beneficios.

La primera de ellas es la que más ha aumentado, ya asciende un 35% hasta situarse en 356 millones de euros. Son 93 millone más que la pasada campaña, gracias a la aparición de nuevos patrocinadores y a una renegociación de las tiendas del club, con un nuevo acuerdo con Nike que reportará más ingresos.

Los derechos de retransmisión también van al alza, en concreto por el reparto de ingresos de la Champions. Tras embolsarse 223 millones hace un año, ahora habrá una cantidad más alta que gestionar, situando el nuevo límite en 267, con un total de 44 'kilos' que la permiten consolidarse como la segunda en importancia entre las fuentes de ingresos.

Además de los ingresos por el estadio (188 millones) y las cuotas de los socioes (18), quizá la más peligrosa es la que contempla los ingresos por traspasos, que se ha fijado en 131 millones de euros. Esto implica, dado que no tiene una base fija, que habrá que vender futbolistas hasta alcanzar esa cifra, algo que podría provocar movimientos de mucho nivel en la plantilla, para recaudar lo que estaba programado.

El Barça sigue necesitando reducir la masa salarial

Otro de los puntos clave ha sido la reducción de la masa salarial, en la que se ha avanzado pero en la que todavía falta mucho trabajo pendiente. Los números han bajado de los 520 millones hasta los 492, pero las amortizaciones han hecho escalar la cantidad hasta los 633 'kilos'. En el pasado, esta partida suponía más del 70% de los ingresos, y aunque ahora está controlada y ha descendido hasta el 66%, toca seguir haciendo un esfuerzo por rebajarla.