Ya estamos cerca del primer aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona, personaje inolvidable del fútbol mundial que pese a la mala suerte que tuvo en el Barcelona se le sigue recordando con algo de cariño y admiración, sobre todo por parte de aquellos que pudieron compartir vestuario con él y ser hoy la fuente de consulta sobre su talento.

El próximo 25 de noviembre se llevarán a cabo una gran cantidad de homenajes en torno al astro argentino que tendrá su nombre grabado en muchos equipos y sitiales de este deporte. Uno de estos actos se llevará a cabo en Arabia Saudí, con la “Copa Maradona” que disputarán Boca Juniors y el Barcelona para llevarse el trofeo.

El club azulgrana será uno de los invitados principales para un acto que si bien le corresponde por historia, también deja abiertas algunas heridas o inquietudes para el equipo, que ya cuenta con un calendario apretado y además no está muy suelto de opciones para jugar este tipo de partidos en medio de una temporada oficial.

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El partido ante Boca Juniors será casi seguro para los jugadores de menos minutos, los jóvenes que estén por mostrarse y poco más, ya que previo a este choque se jugará una “final” en la Champions con la vuelta de la jornada de grupos, cuando reciban al Benfica en el Camp Nou para buscar equilibrar la derrota de la ida.

Justo después del encuentro toca una visita difícil a Valencia, con el duelo ante el Villarreal en La Cerámica, que se antoja bastante complicado dado el nivel que viene mostrando el equipo de Emery en la presente temporada, exigiendo hasta los últimos minutos al Manchester United de Cristiano Ronaldo en la Champions recientemente.

Si bien la eliminación de Champions puede ser una realidad en caso de volver a caer ante el Benfica, también desprenderse de LaLiga tan pronto puede ser un golpe negativo para el club de cara a lo que resta de temporada, una larga y complicada senda que Koeman y Laporta ya ven con algo de peso en sus pies.