El FC Barcelona está en una de las mayores crisis deportivas y económicas de su historia. Los culés no tienen dinero para grandes fichajes, como demostraron este verano pasado, y tienen una plantilla justa en cuanto a calidad. Además, por si fuera poco con esto, su entrenador, Ronald Koeman, va de mal en peor y en estos momentos está más fuera que dentro del Barça después de las últimas actuaciones de su equipo.

La afición y el club han tenido paciencia con el holandés, pero desde hace varias semanas su crédito se ha ido agotando. Ahora mismo, tras caer goleados en Lisboa ante el Benfica de forma ridícula, no hay nadie en la entidad que defienda la continuidad del neerlandés. Todo apunta que más pronto que tarde el de Zaandam va a ser cesado, y solo falta decidir quién le sustituirá para llevar a cabo su despido.

Sin embargo, la situación del Barcelona es tan insostenible que su afición no solo apunta a Koeman. Tras el 0-3 contra el Bayern de Múnich, el 1-1 ante el Granada o el 3-0 del Benfica, muchas miradas también empiezan a mirar hacia el palco del Camp Nou. Joan Laporta aún tiene crédito y muchos confían en que revierta esta delicada situación, pero eso no quita que cada vez haya más escépticos con él por su gestión desde que es presidente.

'Jan' decidió contra todo pronóstico mantener en el puesto a Koeman este pasado verano. Una decisión controvertida que no le gustó a un sector del barcelonismo, pero que en su momento desde el club creyeron la mejor. Económicamente hablando, pagarle el finiquito al neerlandés hubiese sido muy caro. Por ello y porque ganó la Copa del Rey, la entidad decidió darle un voto de confianza esta campaña.

La decisión de mantener a Ronald se ha visto que no era la mejor, ya que el entrenador no ha dado el nivel y, además, ha generado un clima de tensión importante en el Barça. El holandés se ha enfrentado contra el presidente y el club por no mostrarle el suficiente apoyo, y eso ha causado problemas y muchos rumores. Ahora, la afición espera ansiosa que el presidente prescinda del de Zaandam, pero sobre todo que acierte con su sucesor, ya que otro error podría costarle perder toda la confianza de los culés.

La salida de Leo Messi dañó la imagen de Laporta

Que el próximo entrenador del Barcelona funcione marcará el proyecto de Laporta. Un proyecto que no ha empezado nada bien por el tema del míster de Holanda, pero también por la salida de Leo Messi. A muchos no les gustó que el mandatario gestionara así la marcha del '10' y eso también le persigue desde entonces. Desde ahora tendrá que hacer las cosas mejor y deberá empezar a acertar con sus decisiones, ya que si no lo hace pasará de estar amonestado a estar expulsado, que es prácticamente como está ya Koeman.