En un duelo titánico sobre un terreno de juego que no hacía justicia a la potencia de ambos equipos, el FC Barcelona se llevó tres puntos de oro ante el Atlético de Madrid. Los blaugranas vencieron uno a dos y mantuvieron más viva que nunca la esperanza en la remontada para hacerse con el título de LaLiga 2016-2017. 

Luis Enrique les quitaba presión a los suyos en la rueda de prensa previa al duelo, pero la euforia que le embargaba tras el partido le "retrató". No cabía en sí tras colocarse como líder provisional superando a un Real Madrid que debía jugar más tarde ante el Villarreal. Eso tampoco lo ocultaron sus pupilos que abandonaron el campo entre gritos y celebraciones.

Saltos, alegría, abrazos y muchas sonrisas, tantas como las que trataron de ocultar los medios de comunicación que cubren la actualidad azulgrana el pasado fin de semana, cuando llegaron a poner incluso en duda la motivación de Leo Messi. Pues les regaló un gol y una celebración a todos ellos que esperemos les haga callar de una vez por todas. La sonrisa de Leo guió al líder, guió a un Barça que según "Catalunya Ràdio", siguió con la fiesta en el vestuario.

El vestuario del Barça fue una fiesta

Allí se sucedieron los cánticos, las fotos y los abrazos entre un equipo que es una verdadera piña. No hay egos, no hay complots ni jugadores que pidan que otros jugadores no jueguen, ni tampoco que cambien a su entrenador, en el que ya han dejado claro siguen creyendo. En el vestuario del Calderón había dieciocho futbolistas extasiados celebrando al unísono que pueden seguir soñando.