El FC Barcelona dio un golpe de autoridad en el Ramón Sánchez Pizjuán tras derrotar al Sevilla en un partido muy completo y peleado por parte de los hombres de Ernesto Valverde. Sin embargo, no todos corrieron la misma suerte: algunos futbolistas salieron reforzados y, algunos otros, no dieron la talla. Conclusiones que pueden ser clave para el Clásico.

En primer lugar, hay que decir que el Txingurri realizó dos sustituciones en el descanso, modificando la dinámica del equipo -que durante el primer tiempo no tuvo control y concedió demasiado al Sevilla- por completo. Nélson Semedo y Arturo Vidal fueron los grandes sacrificados del partido, lo que puede ser una pista para el Clásico.

El centrocampista chileno sigue sin demostrar que está totalmente capacitado para ser titular en el FC Barcelona, mientras el lateral portugués estuvo mucho más tímido que en los últimos partidos y apenas apoyó en ataque. Mucho mejoraron las prestaciones los dos que entraron: Ousmane Dembélé y Sergi Roberto.

Especial mención al francés que, pese a estar algo errático, demostró que debe ser titular sin lugar a dudas. Sin tener su mejor partido, dotó al ataque culé de muchas más soluciones y, con su descaro, lo hizo todo más imprevisible para el Sevilla. Todo lo contrario que Philippe Coutinho, que ni está acertado en sus acciones ni da sensación de que algo bueno pueda pasar cuando tiene el balón.

Otro de los nombres a destacar fue el de Samuel Umtiti al que, pese a que se le vio bien físicamente, se le vio muy descolocado y perdido en algunas ocasiones. Incluso Sergio Busquets y Gerard Piqué le llamaron la atención por el gol de Mercado por lo que de cara al Clásico, parece complicado que Clément Lenglet no vuelva a la titularidad. 

Messi y Suárez, muy reforzados

Leo Messi fue el gran protagonista del FC Barcelona, ya que suyos fueron los tres goles que sirvieron para remontar el partido ante el Sevilla por partida doble. El argentino, que venía de unos partidos algo flojo, volvió a su mejor nivel y llegará en forma al Clásico. También Luis Suárez, que rompió su sequía goleadora, algo que necesitaba.