En un partido en el que el FC Barcelona era claramente superior en el juego a un defensivo Málaga CF, el colegiado del mismo se erigió en protagonista al no señalar una clara pena máxima. Los azulgranas se merecía el gol por las ocasiones de las que gozaban y el hombre de negro les impidió contar con una oportunidad de oro.

Fue a la hora de partido cuando dentro del área del equipo malacitano ocurría la jugada polémica del encuentro. En un balón colgado, y al que llegaba en clara ventaja aérea Gerard Piqué, este fue agarrado de forma clara por Diego Llorente. 

La repetición dejaba claro que el penalti había existido y que Piqué tenía razón en sus protestas. El agarrón era claro e impedía que el zaguero llegase al centro que venía de derecha a izquierda al lateral del área. 

Los dos fueron pareja en las diferentes jugadas a balón parado que se producían en el área andaluza hasta que el mismo Llorente se autoexpulsaba. Fue en el 68', casi diez minutos después de hacer el penalti, cuando "cazaba" a Neymar con una falta horrorosa que le probocaba la roja directa.