A veces, las cosas no salen como uno esperaba. Ousmane Dembélé tenía la gran ilusión de empezar a triunfar desde el principio en las filas del FC Barcelona, pero deberá esperar más de lo previsto por culpa de una desafortunada lesión sufrida en el Coliseum Alfonso Pérez contra el Getafe, de la que será operado este mismo martes en Finlandia.

Dembélé ya ha cogido un avión rumbo al país nórdico acompañado por el jefe de los servicios médicos del FC Barcelona, Ricard Pruna, quien estará a su lado en todo momento en colaboración con el cirujano encargado de operar a Dembélé, Sakari Orava.

Se prevé que Dembélé esté de baja entre tres y cuatro meses justo después de ser operado por la rotura del tendón del bíceps femoral del muslo izquierdo; una operación en la que participará Ricard Pruna y también el doctor Lasse Lampainen.

El joven atacante francés de 20 años jamás había sufrido una lesión de semejantes características, por lo que puede decirse que ha tenido mala suerte en sus inicios con el FC Barcelona. Eso no quiere decir, sin embargo, que con el paso de los meses y cuando esté ya recuperado no pueda volver a ganarse el cariño del barcelonismo con sus actuaciones sobre el terreno de juego.

El gran objetivo es que la intervención quirúrgica salga lo mejor posible para que Dembélé no se vea mermado de ninguna manera a lo largo de su carrera, y para que la lesión no pueda volver a aparecer en el futuro.

Dembélé preocupa al barcelonismo

Está en las mejores manos, de eso no hay duda. Pero eso no quita que la preocupación en el barcelonismo, y también en el FC Barcelona, flote en el aire al tratarse del segundo fichaje más caro de la historia, 140 millones de euros que todo el mundo espera que no se hayan tirado a la basura. Como todo, habrá que valorarlo con el paso del tiempo.