No son tiempos fáciles para Denis Suárez. El talentoso centrocampista gallego del FC Barcelona no está disponiendo de oportunidades de juego esta temporada 2018-19, y de hecho los únicos minutos que ha podido jugar fueron los noventa de la ida de dieciseisavos de la Copa del Rey, contra la Cultural Leonesa, en un partido en el que tampoco brilló excesivamente.
El hecho de ser capitán le llenó de optimismo, pero no logró rendir a gran nivel -junto al resto de sus compañeros- y, después de quedarse fuera de la lista de convocados contra el Rayo Vallecano, también se quedó fuera de la convocatoria final para el duelo de Champions League contra el Inter de Milán, viendo cómo Aleñá, Malcom y Rafinha sí que formaban parte.
Pasan los meses y la situación de Denis Suárez en el FC Barcelona no mejora. "Afronto la temporada con mucho ánimo, tengo muchas ganas de que este año sea definitivamente el mío. Este año quizás tenga más esa sensación que nunca", dijo a finales de la pasada campaña, convencido de que este curso lograría ganarse la confianza de Ernesto Valverde y triunfar vestido de azulgrana.
Tras la marcha de Andrés Iniesta, sin embargo, su participación a estas alturas de la campaña 2018-19 es inferior incluso a la de la temporada pasada, en la que a día de hoy ya había jugado nueve partidos. El 'Txingurri' no acabaría de confiar en sus prestaciones, y la situación podría acabar desencallándose con la salida de Denis Suárez en el mercado de invierno, según informa 'Sport'.
Denis Suárez lo tiene complicado en el Barça
El centrocampista gallego estaría empezando a plantearse dicha posibilidad, teniendo en cuenta el interés que ha despertado en algunos clubes de la Serie A como el Nápoles, el Sassuolo o el AC Milan, según han apuntado fuentes recogidas por el citado rotativo.
El objetivo primordial de Denis Suárez siempre fue triunfar en el FC Barcelona, pero actualmente está estancado en el club, y poco a poco empezaría a ver con buenos ojos la opción de la salida, siempre y cuando así consiga disponer de minutos de juego. De momento no se rendirá y seguirá trabajando, aunque sabe que será difícil. La competitividad en la plantilla del Barcelona es más alta que nunca.