Bartomeu y la junta directiva del FC Barcelona se reunieron de urgencia, este pasado domingo al mediodía, para decidir si era conveniente o no disputar el partido de LaLiga Sanrtander 2017-18 contra la UD Las Palmas, en el marco de los graves altercados que estaban aconteciendo en Catalunya con duras cargas policiales por parte de la Guardia Civil.

Fue entonces cuando, según 'MD', Josep Maria Bartomeu bajó al vestuario del Camp Nou para consultar la decisión con los jugadores. Ahí se encontró con la 'sorpresa' de que la mayoría de los jugadores querían jugar, posiblemente pensando en posibles sanciones deportivas teniendo en cuenta que LaLiga había optado por no suspender el partido.

Desde el citado medio catalán se asegura que sólo dos jugadores, cuya identidad no ha trascendido pero uno de los cuáles sería Gerard Piqué -según informó 'Marca'-, se habrían mostrado partidarios de no jugar este domingo teniendo en cuenta las condiciones 'especiales' del encuentro.

Como es normal en democracia, la mayoría se impuso y es por ello que el FC Barcelona acabó vistiéndose de corto para saltar al césped del Camp Nou y vapulear sin brillo y sin demasiado esfuerzo a la UD Las Palmas, con un triunfo por 3-0.

Jugar el partido, una decisión controvertida

La decisión de jugar el partido provocó posteriormente la dimisión de algunos directivos como Carles Vilarrubí y Jordi Monés, quienes no estuvieron para nada de acuerdo en la decisión final de que el FC Barcelona disputase el compromiso liguero.

Problemas aparte, la realidad es que, pese a algunas discrepancias en el vestuario, la unión del grupo se impuso y el FC Barcelona sacó adelante uno de los partidos más difíciles de la temporada. Si desde algún estamento alguien pretendía perjudicar deportivamente a los culés haciendo que jugasen este domingo en el Camp Nou, no lo ha conseguido. El Barça sigue ganando, y está como un tiro.