La expulsión de Sergio Ramos en la segunda parte del Clásico entre Real Madrid y FC Barcelona fue, sin duda alguna, una de las imágenes del partido. El zaguero madridista entraba con los tacos por delante a Messi y se llevaba la correspondiente cartulina roja directa por parte de Hernández Hernández.

Hasta ahí todo correcto, antes de que al de Camas se le fuera la cabeza. El central le recriminó a Gerard Piqué sus palabras antes del partido esta temporada, tocaba al colegiado en el pecho y se iba del estadio aplaudiendo, sarcásticamente, la decisión del colegiado.

Algo parecido a lo que le sucedió a Neymar Júnior en La Rosaleda, sólo que lo suyo fue doble amonestación y no montó tal espectáculo dantesco sobre el terreno de juego. El brasileño, eso sí, aplaudió cuando ya estaba fuera del campo. Los tres partidos de sanción que le cayeron no se los quitó nadie.

Hernández Hernández no lo apuntó en el acta

Otra diferencia entre ambos futbolistas tiene que ver con el acta de los dos colegiados. En la del Málaga-Barça, se reflejaba toda la acción de "Ney" desde su expulsión hasta su entrada en el vestuario, en "otras incidencias".

Por lo que hace a Ramos, Hernández Hernández decidió que eso no era relevante. El colegiado los obvió, algo que puede salvar (cómo no) al futbolista del Madrid. No obstante, tras su expulsión directa y vista la agresividad, por lo menos dos partidos le deberían caer.