La temporada avanza con el foco centrado en la actividad deportiva, pero el FC Barcelona no deja de lado las cuestiones internas. Planificación, renovaciones o fichajes son un tema de debate habitual en las oficinas del Camp Nou, y en los últimos días ha tocado apartar unas dudas que podrían conducir de nuevo a un ambiente demasiado tenso.

Los rumores sobre la continuidad de Ernesto Valverde han vuelto a sobrevolar la Ciudad Condal, y en medio de los contactos para extender su vinculación, el club quiere evitar cualquier tipo de sospecha. Tras la debacle de Roma, ya hubo muy malas sensaciones por las críticas que tuvo que afrontar el técnico, y se acordó que habría más respaldo a su figura para remar todos en la misma dirección, la única solución posible para continuar cosechando éxitos.

En este sentido, la última reunión con la cúpula sirvió para reforzar esta unión, a la vez que se valoraba la trayectoria del equipo en lo que va de campaña y las decisiones a tomar en los próximos meses. Según varias informaciones, en este encuentro estuvieron el entrenador, el presidente Josep Maria Bartomeu, el director ejecutivo Òscar Grau y el mánager general Pep Segura.

La conversación sirvió para concluir que hay buenas perspectivas a pesar de los últimos tropiezos, y que gusta especialmente el carácter que se está mostrando en Champions. Además, se puso sobre la mesa el tema de los refuerzos, por una lesión de Samuel Umtiti que ya preocupaba antes de conocer la baja de Thomas Vermaelen.

Salvo sorpresa, la intención es pasar por el mercado de invierno sin movimientos, ya que ninguno quiere que la precipitación suponga un problema a largo plazo. Un parche a media temporada no garantizaría un acierto a nivel deportivo, y además impediría luchar por objetivos prioritarios como Matthijs de Ligt. Será complicado y se siguen buscando soluciones, aunque a priori no pasarían por realizar más incorporaciones.

La decisión sobre el futuro de Valverde no llegará a última hora

Pese a que los contactos para la renovación del extremeño ya se han avanzado en las últimas semanas, se mantiene que la decisión de Valverde no llegará a a última hora, y que club y entrenador la acordarán algunos meses antes de acabar el curso. Así, se podrá trabajar con mayor soltura en la configuración del año que viene, o tener margen para buscar sustitutos en caso de que ambas partes decidan separar sus caminos.