Después de varias temporadas con algunas dudas, el FC Barcelona ha reconducido su rumbo en materia de fichajes, reafirmando además su compromiso con la Masia. Las categorías inferiores deben ser la referencia para formar una base sólida en el primer equipo del conjunto catalán, una estrategia que primero exige un acuerdo a todos los niveles para remar en la misma dirección. 

En un primer año algo convulso por los sonados movimientos en la plantilla, se aceptó que la propuesta de Ernesto Valverde fuera algo más conservadora, pero ahora se le reclama más valentía. El extremeño prefiere ir sobre seguro y tirar de paciencia para integrar a los recién llegados, algo que ya hizo el pasado curso salvo en contadas excepciones. De la misma forma, los jóvenes entran con cuentagotas, y se le ha insistido en un paso adelante.

Pese a que se entiende su precaución para no quemar a las promesas, también se advierte que sin un examen de nivel, no se sabe si los canteranos están listos, y si deben continuar formándose en el filial, si están preparados para dar el salto o si simplemente deben marcharse cedidos o traspasados. De la misma forma, no se trata de jugársela siempre y en todos los casos, sino que, en ocasiones, el curso acaba presentando oportunidades.

Ventanas como las rotaciones de Jordi Alba o las lesiones de los centrales deben aprovecharse para dar entrada a los chicos del filial, que son una solución viable mientras no haya un mercado abierto para más refuerzos. La intención además, es esperar al verano para continuar con el relevo generacional de la plantilla, y pasar por el invierno sin hacer más gasto porque las respuestas pueden encontrarse con una mirada hacia abajo.

Directiva, secretaría técnica y entrenador deben coincidir en el Barça

Este leve desacuerdo debe solucionarse más pronto que tarde, para evitar las dudas que en ocasiones aparecen entre directiva, secretaría técnica y entrenador. Sea el club el que pone los jugadores a disposición del técnico o este quien los reclama, la sintonía entre todas las partes es vital, porque a largo plazo la planificación acaba afectando a los aspectos deportivos y este Barça esta creado para ganar.

Así, toca sentarse a hablar y establecer una idea en la que coincidan todos, para ejecutarla con garantías y acercarse a los trofeos y también a un futuro más sólido. La mejor generación de futbolistas de la historia del club está cerca de llegar a su fin, y hay que ponerse las pilas para no perder la dinámica ganadora.