El campeonato liguero no podría haber comenzado mejor para el FC Barcelona. Tres victorias en tres partidos, 9 goles a favor y 0 en contra. El equipo de Valverde carbura -aunque los rivales hayan sido de media tabla para abajo- y los rivales ya han pinchado. Madrid y Atlético están a cuatro puntos.

Una Liga se tiene que ganar jornada a jornada. Regularidad, eso que antaño le faltó al equipo de Luis Enrique. Y de momento el inicio es el soñado. El Madrid ha empatado dos partidos en casa -sorprendentemente- y el Atlético sigue pecando de irregularidad lejos de casa. ¿Resultado? Cuatro puntos perdidos de nueve posibles. 

Es pronto para hacer cábalas, pero afrontar el exigente mes de septiembre con esta renta ya es importante, sobre todo por la presión que ejerces sobre los rivales, conscientes que otro tropiezo más ya les pondría el campeonato cuesta arriba. El Barça ha hecho los deberes y jugará la semana que viene contra el Getafe. 

Aún es pronto para describir cómo jugará este Barça, pero por el momento se puede decir que Messi está motivado y con ganas de seguir haciendo historia, mientras que la defensa -aunque los rivales llegan- ha sabido dejar la portería a cero -con un Ter Stegen inspirado-. En la medular seguirán los experimentos. Dembélé, debut soñado. 

La Real puede empatar

Sólo la Real Sociedad, que este domingo se enfrenta al Deportivo en Riazor, puede arrebatarle el liderato al conjunto azulgrana dependiendo de los goles anotados en caso de ganar -tiene que ganar por cinco goles para compartir la primera posición-. El Sevilla es ahora segundo con siete puntos tras ganar al Eibar 3-0.