Con el retorno del filial a Segunda División A, el FC Barcelona hizo una apuesta importante por un futbolista que llegó cedido del Nástic. A sus 24 años, Rafael Giménez Jarque, más conocido como Fali, era un veterano respetado en el equipo, y tras dos campañas como azulgrana, en el pasado mercado de invierno emprendió el camino de vuelta a Tarragona. Hoy tiene varias apreciaciones importantes sobre la Masia.

Con motivo del derbi que mañana cruzará a ambos conjuntos en el Miniestadi, el valenciano ha concedido una entrevista al 'Mundo Deportivo', en la que confiesa que echa de menos la Ciudad Condal pero que se marcha convencido de haber cumplido su ciclo. La buena dinámica que ha recuperado la segunda plantilla culé no le sorprende, aunque espera que quede aparcada frente a los tarraconenses.

Desde su punto de vista de trabajador del fútbol al que nadie le ha regalado nada, considera que la escuela del Barça es un privilegio, y que a sus miembros no les iría mal salir para ser conscientes de la suerte que tienen. Sin embargo, también destaca que, pese a su juventud, hay jugadores muy preparados: "Abel Ruiz, que es de los más jóvenes, tiene una mentalidad ganadora impresionante".

El delantero, también valenciano, es una de las joyas del filial, y los catalanes están pendientes de atarle después de un gran Mundial Sub17 que extendió el interés que muchos rivales tienen en su fichajeLa marcha de Sergio Gómez fue la última advertencia, pero los azulgrana no pueden perder más oportunidades.

Entre los que fueron sus compañeros, Fali también cree que hay refuerzos para el primer equipo, y no duda en señalarlos: "En otro club llegarían la mitad. David Costas me parece brutal, no sé qué hace en Segunda A; Aleñá ya está en esta dinámica y es un crack con una calidad impresionante; luego están Cucurella o Palencia, que es un futbolista espectacular. El capi es un ejemplo".

Su anécdota con Messi

Entre los logros que destaca de su estancia en el Barça está un ascenso que nunca olvidará, pero también está su oportunidad de conocer a Leo Messi: "Me temblaban las piernas. Antes de acabar la temporada pasada le pedí a Busquets padre, nuestro entrenador de porteros, que me presentara a su hijo, al que considero el mejor mediocentro del mundo. Y Sergio me preguntó si quería conocer a Leo".

"Yo no había entrenado con ellos aún y entré en el vestuario sin pensármelo, mientras Messi tomaba mate. Me miraba como diciendo '¿quién es éste?' Menos mal que iba vestido del Barça porque si no me hubiera echado de allí. Al final me hice una foto con él y la tengo en casa y en mi bar. Parezco su padre (ríe)", ha relatado Fali.