El Real Madrid tiene un problema, y muy grave, de cara a la portería contraria. Cristiano Ronaldo promedió durante las nueve temporadas que militó en el club merengue nada menos que 50 goles por campaña, y tras su marcha paradójicamente quien acabó aterrizando en el equipo para paliar ese número anotador no fue otro que Mariano, procedente de la liga francesa.

Mariano no está logrando marcar con fluidez en el cuadro blanco, pero el resto de sus compañeros, incluidos Gareth Bale y Karim Benzema, tampoco ayudan. De ahí que el equipo de Julen Lopetegui acumule nada menos que 409 minutos consecutivos sin marcar ni un sólo gol, un auténtico drama para un gran club de Europa como es el presidido por Florentino Pérez.

En el FC Barcelona, en cambio, todo es de color de rosa en lo que respecta a las estadísticas goleadoras. Los de Valverde fueron capaces de endosar nada menos que cuatro goles al Tottenham en la Champions League, y el siguiente dato habla por sí solo: el FC Barcelona 2018-19 ha logrado marcar en todos los partidos oficiales que ha jugado esta campaña.

¿Puede decir el Real Madrid lo mismo? Si se ha dado algún problema en el Barça durante las últimas semanas en LaLiga Santander, ha sido por las pocas prestaciones defensivas del equipo en momentos puntuales. Más allá de eso, está claro que la verdadera crisis la tiene el Real Madrid.

El FC Barcelona está viendo portería con muchísima facilidad, y no es para menos. Leo Messi, Luis Suárez, Coutinho, Dembélé, Rakitic... Todos los jugadores aportan su granito de arena en este apartado, no sólo los delanteros, e incluso Munir El Haddadi ha visto ya puerta, sin que Malcom, por cierto, haya dispuesto de muchos minutos en lo que va de curso.

El Real Madrid tendrá que volver a fichar

Y también contando que Luis Suárez no se encuentra al máximo nivel por sus problemas de rodilla, lo que aún tiene más mérito. Florentino Pérez tendrá que sacar el talonario en los próximos mercados de fichajes, con toda probabilidad, para volver a dotar al Real Madrid de aquel poderío ofensivo que tuvo hace años, y que ahora parece haberse esfumado.