Este miércoles 28 de junio se cumplen diez años del fichaje de Éric Abidal por el FC Barcelona. El defensor francés llegaba proveniente del Olympique de Lyon y después de meses de adaptación se acababa imponiendo como una gran incorporación. Después de todo el tiempo que estuvo como azulgrana, disfrutando, luchando, riendo y llorando, Abidal ahora es nuevo embajador azulgrana. Recuerda para el club sus mejores momentos en la entidad.

"Mi padre era muy aficionado y le gustaba mucho Maradona, me enseñaba vídeos de cuando jugaba aquí. Esto se quedó en mi cabeza. Después de haber obtenido un contrato profesional, venir al Barça era uno de los primeros objetivos", desveló.

Sueño que se cumplió finalmente el verano de 2007, pero ya hacía un año que Abidal se había puesto en contacto con la entidad catalana. En ese momento, sin embargo, su posición ya estaba cubierta y tuvo que esperar una temporada: "Continué trabajando para el objetivo y pude fichar un año más tarde".

La llegada de Abidal al Barça

"Adaptarse a la vida de aquí no fue fácil. Primero fue el idioma y luego los horarios. Aquí las comidas se hacen más tarde y había partidos que comenzaban a las 10 de la noche, cuando en Francia a esa hora ya se habían acabado casi todos".

"Cuando llegué me encontré a un montón de leyendas, un auténtico equipazo. Hablé con el Carles Puyol y me explicó cómo era el club. Había que trabajar duro porque la exigencia era muy grande".

Los partidos que más disfrutó como culé

"Los clásicos siempre eran partidos diferentes. El 2-6 fue un gran resultado, pero yo de lo que más me acuerdo es del espíritu del equipo: trabajar como nunca y las estrellas a hacer la diferencia".

(Las semifinales contra el Chelsea) "Iniesta, un jugador que nunca chuta, chutó y la colocó en la escuadra. Me perdí la final, pero por algo estamos en un deporte colectivo".

Su enfermedad, con apoyo de todo el club y afición

"Una suerte que hemos tenido y que tenemos todos en este club es que cada año vamos a visitar a niños enfermos. Ir a animar a los pequeños, hablar con sus familias, es un apoyo para ellos"

"Cuando me diagnosticaron la enfermedad les dije a mis compañeros que no pasaba nada. Ustedes han de hacer su trabajo y yo antes de final de temporada volveré. Pero en mi cabeza lo primero era recuperarme y luego volver al terreno de juego".

"Tengo que dar las gracias a Dios, a mi primo porque sin él no estaría aquí, pero también a mi familia, a la afición, al club... Porque solo no se consigue nada. La vuelta al Camp Nou fue uno de los días más felices de mi vida. Le doy las gracias a la afición por poder vivir ese momento".

El día de su retirada

"En mi cabeza ni una lesión ni una enfermedad podía sacarme del campo, debía ser por fatiga personal, pero nunca por una enfermedad. Me dijeron que había un riesgo de recaída y paso a paso intenté recuperarme. Gracias a Dios y al trabajo diario pude seguir unos años más. Mi mujer quería que después del Barça lo dejara todo, pero ahora me entiende. Sabía que era capaz de jugar unos años más".

Su mejor recuerdo, con Tito y LaLiga

"El mejor recuerdo que tengo aquí es cuando levanté el trofeo de Liga con Tito. También el último partido que estuve aquí, cuando pude sacar a mi primo al medio del campo. Se lo merecía. Conseguí que tuviera el aplauso de mucha gente y yo creo que representa lo que es el Barça. Más que un club, más que una familia".