El Rey Leo Messi volvió a hacer lucir su corona del fútbol mundial con otra falta de órdago, la tercer en tercer partido consecutivo que le hace seguir siendo tan imprescindible para el FC Barcelona como lo ha sido siempre. Un golpe franco el de esta vez que parecía imposible para un zurdo pero que dos amigos ayudaron a hacer posible.
Pues repetida la jugada y el golpeo fantástico del diez azulgrana, podemos observar cómo Gerard Piqué y Sergio Busquets se encuentran en la trayectoria del esférico. Justo tras impactar en él la pierna de Leo, Piqué se tira al suelo y "Busi" se hace para atrás, llevándose consigo a un defensor.
En el hueco dejado por ambos se cuela un balón que acabó dando en la base del poste antes de colarse. La estatua de un petrificado Gorka Iraizoz es la mejor muestra de que nadie podría esperar que ese chut fuera ahí.