La jugada más polémica del FC Barcelona-Málaga CF, a parte de los penaltis no pitados a los azulgranas o las tarjetas rojas, llegó tras el gol anulado a Gerard Piqué por supuesto fuera de juego. Algo que las imágenes posteriores dejaron claro que no existía.

Pues el juez de línea se equivocaba al señalar posición ilegal de André Gomes, que era quien llegaba primero al esférico y remataba de cabeza al larguero. Piqué aprovechaba el rechazo para anotar a puerta vacía. 

Era el lateral del Málaga Rosales el que rompía el fuera de juego desde su carril zurdo. El defensor dejaba al portugués en posición legal para poder conectar con el balón y generar esa jugada de gol. 

El mismo Piqué se desgañitaba protestando al linier y al colegiado que hacían oídos sordos a las protestas. Los jugadores azulgranas se desesperaron y vieron como con ese gol, que habría dado los tres puntos a los suyos, se iban las esperanzas de un equipo que a pesar de tener el 81% de posesión no pudo transformarlo en los merecidos goles.